Un equipo del Área de Cáncer Ginecológico del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra, liderado por los doctores Enrique Chacón y Luis Chiva, ha mostrado por primera vez que el tratamiento del cáncer de endometrio puede ser dirigido en función del grupo molecular del tumor. Con la participación de 66 centros a nivel mundial, el estudio SÉNECA ha sido presentado en la 24 edición del Congreso Europeo en Oncología Ginecológica (ESGO) celebrado este pasado fin de semana en Estambul.
El tratamiento estándar en el cáncer de endometrio es la histerectomía (cirugía de extirpación del útero), junto con el estudio del ganglio centinela (extirpación selectiva del primer ganglio al cual drena el tumor). Ambas técnicas se realizan habitualmente mediante cirugía mínimamente invasiva. Sin embargo, en determinadas pacientes -especialmente en aquellas con edad avanzada, cirugías previas o comorbilidades como la obesidad, algo común en este tipo de tumor-, la identificación del ganglio centinela puede ser compleja. En estos casos se debe proceder a un procedimiento más agresivo: la linfadenectomía pélvica (extirpación de todo el tejido linfograso), que es la manera de proceder para determinar la extensión y la gravedad de una enfermedad.
El estudio SÉNECA demuestra que, en función del grupo molecular característico del tumor, las pacientes pueden tener mayor o menor afectación del ganglio centinela, lo cual permite modular e individualizar el tipo de estadificación ganglionar en relación con el riesgo determinado por el subtipo molecular específico. Este avance científico puede mejorar el abordaje quirúrgico, especialmente en estas pacientes de riesgo.
La investigación ha contado con la participación de 2.139 pacientes de 16 países diferentes y es el primero en poner de manifiesto que estos grupos presentan distinta afectación desde el punto de vista ganglionar.
Influencia en fases tempranas de la enfermedad
El cáncer de endometrio es la cuarta neoplasia más frecuente en mujeres en España y el 90% de sus casos se diagnóstica entre mayores de 50 años. Recientemente, el proyecto Genoma Humano descifró cinco grupos moleculares que pueden formar este cáncer y que los caracterizan y predisponen a un pronóstico distinto en función de su perfil.
“Esta definición molecular se ha visto que otorga una diferente respuesta al tratamiento habitual cuando es una enfermedad avanzada. Lo que nosotros nos hemos preguntado es cómo influyen en un estadio precoz, que es la fase diagnóstica más frecuente en cáncer de endometrio”, señala el Dr. Enrique Chacón, especialista del Área de Cáncer Ginecológico del CCUN.
Además, en esta aproximación precoz los investigadores han comprobado que existe distinta afectación del ganglio centinela para cada uno de los grupos de riesgo pronóstico definidos por la Sociedad Europea de Ginecología Oncológica, que clasifica a estas pacientes desde riesgo bajo hasta riesgo alto.
Este trabajo, becado por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO), ha estado liderado por un equipo multidisciplinar de la Clínica formado por los Dres. Enrique Chacón, Luis Chiva, Antonio González, Félix Boria, Luisa Sánchez y José Ángel Mínguez.
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