El sindicato CCOO ha hecho hoy un llamamiento a las instituciones para que solucionen los problemas sociales y habitaciones que sufren los jóvenes inmigrantes en situación de irregularidad administrativa en Pamplona. Muchos de ellos, unos 120 según la ONG Apoyo Mutuo, están durmiendo en la calle.
En opinión del sindicato, la integración educativa, social y laboral de estas personas exige que las instituciones den respuesta urgente a situaciones delicadas, como lo es el sinhogarismo que sufren. Si para la población en general acceder a una vivienda es hoy muy difícil, para estas personas es casi imposible sino tienen ayuda de las instituciones públicas.
A juicio de CCOO, el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra deben responder a las necesidades de este colectivo, que es vulnerable entre los vulnerables. Su calidad de vida no puede estar sostenido especialmente por redes informales de solidaridad como ya está ocurriendo a raíz del enorme trabajo que hace la ONG Apoyo Mutuo.
El sindicato ha recordado que en 2022 se modificó la Ley de Extranjería y, entre otros cambios, se reconoció la posibilidad de la regularización por arraigo para la formación.
En este sentido más de 330 jóvenes en situación de irregularidad han mostrado su interés por estudiar e integrarse laboralmente de hecho casi una tercera parte de estas personas están inmersas en un proceso formativo para obtener un certificado de profesionalidad y aprender un oficio para poder trabajar en un futuro mientras tratan de regularizar su situación administrativa
CCOO considera que es urgente frenar lo que podríamos llamar “fronteras de ciudadanía”, ello resulta importante en la tarea de consolidar sociedades igualitarias y avanzadas, porque la desigualdad no solo supone la vulneración de derechos individuales, sino que también afecta de lleno al conjunto de la sociedad.
Tal y como ha recordado CCOO, en el camino de la integración, la igualdad y la empleabilidad de los sectores más vulnerables, con especial atención de la población inmigrante, el papel que juega la vivienda y el hogar es sin duda fundamental.
Ciertamente es difícil lograr una integración educativa y laboral adecuada sin que se aseguren las necesidades más básicas.
Por otra parte, es necesario que las instituciones y el conjunto de la sociedad tengamos en cuenta que los condicionantes internacionales determinan los flujos migratorios, como es evidente, en una suerte de itinerario de supervivencia. La pobreza, las guerras y las diferentes crisis impulsan a un ser humano a abandonar su lugar de origen para tratar de construir un proyecto vital en otro lugar del planeta. Por eso resulta relevante el trabajo que se hace por parte de multitud de instituciones y colectivos sociales para minorar las psicosis sociales que en ocasiones rodea al fenómeno de la inmigración.
Elevar al máximo el umbral de tolerancia hacia la población inmigrante y la capacidad de integración de la sociedad de acogida, hará que los instrumentos de orientación personal, educativa y laboral sean más eficaces, y estén más legitimados.
