La mala alimentación y el sedentarismo en la infancia tienen sus consecuencias a corto, a medio y a largo plazo. Por eso, el cuidado de la alimentación desde el embarazo se vigila especialmente en las consultas de Pediatría: saber qué se come, cuándo se come y cuánto se come ayuda a prevenir posibles enfermedades entre los más pequeños.
El Dr. José Manuel Moreno, codirector del Departamento de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra, ha reunido recomendaciones y consejos sobre el cuidado de la alimentación en la infancia en el libro “A comer también se aprende”, recientemente publicado. Se trata de un trabajo divulgativo que aborda las principales dudas e inquietudes de las madres y los padres en torno a la salud alimentaria en las distintas etapas de la vida de los hijos.
La experiencia médica de más de 30 años de consulta pediátrica demuestra que, “para la salud, es tan importante cuidar los alimentos que se ingieren, como la manera en que estos se presentan, así como la actitud de los padres y de toda la familia frente a la comida, ya que todos estos aspectos inciden en el aprendizaje del bebé y del niño al alimentarse", ha subrayado el Dr. Moreno.
A través de diferentes capítulos especialmente didácticos, el director médico de la Clínica en Madrid propone a los padres diferentes herramientas para interpretar mejor los mensajes del niño en su relación con la comida desde que son bebés y a lo largo de toda la infancia. “En los primeros días de vida, las diferencias entre niños en su relación con la alimentación son escasas, pero, pasados los primeros meses, cada uno va adquiriendo sus propias características: qué cantidad necesitan, cuánto tiempo requieren para comer bien, cuáles son las comidas que más les apetecen, a qué muestran rechazo... A la vez que sus hijos crecen, los padres se van haciendo conscientes de la oportunidad de educar el gusto, porque los rechazos alimenticios no vienen de fábrica y son cuestiones que se pueden revertir”, según ha destacado el especialista.
El pediatra subraya en el libro la importancia de evitar rigidices paternales que pueden aparecer en el hogar en el cuidado de la alimentación. “No se trata de hacer lo que el niño quiera, sino de escucharlo para detectar las señales de su comportamiento, porque eso ayudará al adulto a moldear su mensaje y adaptarlo a la forma de ser de su hijo logrando que entienda que son consejos para su propio bien, como sucede en toda la responsabilidad formativa de los padres".
La experiencia del especialista en consulta avala que lo ideal es que los padres sean proactivos en la educación alimentaria de sus hijos desde el nacimiento y, principalmente, a lo largo de los 3 primeros años de vida, “porque en esta etapa es cuando se definen nuestros hábitos alimenticios. Está demostrado que un niño con sobrepeso u obesidad a los 6 años tiene muchas más probabilidades de prolongar esa enfermedad hasta la edad adulta”.
Como afirma Dr. Moreno, “cerca del 40% de los niños españoles de 6 a 9 años padecen obesidad. Esto supone un problema importante de salud pública, porque el sobrepeso de la infancia es muy difícil de corregir a lo largo de la vida. Desde el embarazo se pueden generar hábitos saludables que eduquen en la mejor manera de comer".
Según ha explicado el pediatra, la prevención temprana incluye la educación saludable de los hijos a través de hábitos que se cultivan en casa como, por ejemplo, cuidar la primera ingesta del día: “Los niños que desayunan menos tienen más probabilidades de sobrepeso”, o vigilar la variedad en la alimentación: “Los que consumen menos frutas o verduras a los 3 o 4 años, tienden a llevar una dieta menos saludable a los 12, por ejemplo, con un mayor consumo de alimentos ultra procesados. Este libro pretende ayudar a los padres a que conozcan esta información y sepan cómo tenerla en cuenta en la formación de los más pequeños”.
Líderes de la propia alimentación desde pequeños
En la búsqueda por alcanzar hábitos saludables en la alimentación infantil con una actitud positiva, el Dr. Moreno considera que en los más pequeños e incluso en los adolescentes, “es conveniente que relacionen la comida como algo cercano producido en casa o en huertos escolares. Ver cómo crecen los alimentos, acompañar a hacer la compra o participar en las tareas de la cocina, convierte a los hijos en líderes de su propia alimentación”, ha señalado el autor.
“A comer también se aprende” incluye consejos avalados por la experiencia médica del pediatra, y propuestas prácticas para las mesas de muchas familias. En su desarrollo ha participado también el equipo del Área de Dietas de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid, liderado por la chef Xandra Luque. Especializadas en hacer de la comida mucho más que un momento para alimentarse, estas expertas en gastronomía y nutrición han sumado sus recetas y sus recomendaciones a este manual. “Comer de manera saludable no significa hacerlo de manera cara o aburrida. Solo se necesita un poco de formación y ganas de innovar desde la cocina de nuestra propia casa. La trayectoria del Área de Dietas de la Clínica en Madrid –mejor servicio de cocina hospitalaria en el III concurso de la Asociación Española de Hostelería Hospitalaria- es un ejemplo claro de cómo se puede conseguir ese reto”, ha señalado el especialista.
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