En Navarra siempre hay algo nuevo que descubrir, ya sea una iglesia de un diminuto pueblo, unas estructuras de la Prehistoria o una ruta que revela un paisaje natural de ensueño. Sorprende la cantidad de curiosidades que puedes encontrar por la comunidad foral y los lugares ocultos a simple vista esperando a ser visitados.
Donamaría, uno de los muchos municipios navarros, es uno de ellos. Esta localidad cuenta con menos de 500 habitantes y se encuentra a 56 km al norte de Pamplona.
La historia de Donamaría está fuertemente vinculada a la del valle de Ibargoiara. No fue hasta el año 1845 que los lugares de Askarraga, Artze, Donamaría, Gaztelu, e Igurin forman el municipio de Donamaría, tomando como capital la villa con el mismo nombre.
En 1847 tenía escuela, a la que asistían sus escolares y los de Gaztelu y Oiz. Sus caminos eran de herradura y se dirigían a Ulzama y Santesteban. Contaba con un molino harinero y una ferrería en la que acababa de instalarse uno de los primeros altos hornos dedicados a la metalurgia que hubo en Navarra.
Esta localidad tiene edificios importantes como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Esta parroquia se terminó en 1846 y presenta en su interior un retablo mayor del siglo XIX.
Destaca también el convento de las Carmelitas Descalzas, un edificio de estilo colonial construido el siglo XVII, y que desde 1960 por viven en él las monjas de esa orden religiosa. El convento sirve como retiro espiritual y ofrece hospedaje.
A la entrada de la localidad de Donamaría se puede ver la casa-torre Jauregia. Se le conoce también como la Casa de Tablas y está compuesta de 4 plantas: dos en la sección de piedra y las otras dos en la sección de madera. En su interior alberga una exposición sobre el proceso de restauración que se ha realizado en el palacio y sobre el pasado de las casas-torre de Navarra.
La casa-torre Jauregia sirvió como fortaleza defensiva y, aunque ha tenido que ser restaurada, cuenta con más de 500 años de antigüedad. A la vez que fue empleada como puesto de defensa, también tuvo un carácter de vivienda y hasta hace no muchos años se utilizó como casa de labranza.
Este antiguo edificio gótico es uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil y uno de los últimos reductos de este tipo que subsisten en Navarra. Hace falta reservar por teléfono para poder visitar el interior junto a un guía turístico. Para llegar hasta Donamaría hay que conducir por la carretera NA-121A para después tomar el desvío hacia la NA-4040.
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