• martes, 30 de abril de 2024
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SOCIEDAD

Buscan niños en Navarra para un estudio que investiga cómo prevenir enfermedades clave

En los últimos años se ha visto como enfermedades propias de los adultos han irrumpido en las consultas pediátricas con cifras alarmantes. 

De izquierda a derecha: Laura Moreno-Galarraga, Lorena García-Blanco, Nerea Martín-Calvo, Elise Fabios, Mónica Arias, Maria Vasilj, investigadoras del proyecto SENDO. UNIVERSIDAD DE NAVARRA
De izquierda a derecha: Laura Moreno-Galarraga, Lorena García-Blanco, Nerea Martín-Calvo, Elise Fabios, Mónica Arias, Maria Vasilj, investigadoras del proyecto SENDO. UNIVERSIDAD DE NAVARRA

La obesidad infantil y las enfermedades mentales son dos de las patologías que más preocupa a los pediatras. Cada vez son más las enfermedades propias de adultos que se observan también en los niños. Por eso, no es de extrañar que un grupo de investigadores haya puesto en marcha en Navarra un proyecto de investigación para conocer cómo influyen los hábitos de vida en la infancia a la hora de desarrollar enfermedades crónicas y metabólicas. Se trata de la iniciativa SENDO (Seguimiento del Niño para un Desarrollo Óptimo), impulsada por la Universidad de Navarra y El Servicio Navarro de Salud

Nerea Martín es la investigadora principal del proyecto SENDO, así como profesora de la facultad de Medicina de la Universidad de Navarra. Por su parte, Mónica Arias es la encargada de reclutar familias para participar en este estudio e imparte clases en la facultad de Enfermería de la Universidad de Navarra. Estas dos profesionales han hablado con Navarra.com para dar todos los detalles sobre el proyecto y hacer un llamamiento para que más familias se unan a él. 

El proyecto SENDO arrancó en el año 2015 con una fase piloto que se prolongó hasta 2016. Un año después, en 2017, empezó el estudio como tal. Nerea explica que lo que le motivó a ponerlo en marcha fue una inquietud profesional. "Soy pediatra y veía la necesidad de mejorar la calidad de la investigación en Pediatría", reconoce. Concretamente, la doctora quería encontrar evidencias sobre los importante que es cuidar la dieta y el estilo de vida para prevenir muchas de las enfermedades que terminaba viendo en consulta. Nerea asegura que es importante conseguir esa evidencia científica "para que todos los pediatras terminen llevando esas recomendaciones a la consulta". 

Por aquel entonces, a Nerea le llamaba la atención que muchas de las enfermedades que una década antes se consideraban de adultos, empezaban a llegar a su consulta pediátrica. "Hablamos, por ejemplo, de la hipertensión, el síndrome metabólico o la diabetes tipo 2. Ahora están ya en cifras alarmantes", especifica. 

Finalmente, Nerea decidió dejar de pasar consulta y centrar todos sus esfuerzos en la investigación y la actividad docente. "Veía muy necesario poner en marcha el proyecto SENDO para ayudar a las familias y construir una evidencia científica de calidad", apostilla. 

En ese sentido, insiste en que más allá de la preocupación por la irrupción de las enfermedades antes mencionadas en las consultas de Pediatría, las familias tienen que se conscientes que llevar unos malos hábitos de vida predispone a desarrollarlas en el futuro. "Si un niño lleva un estilo de vida poco saludable, antes o después acabará desarrollando esas patologías", lamenta. 

El proyecto SENDO recoge información de niños de toda España. "Empezamos cuando tienen 4 o 5 años. Y nuestra intención es seguirlos hasta que tengan 16 o 18 años", explica la investigadora principal. Toda la información se recoge a través de cuestionarios. "En ningún caso vemos a los niños. No hay pruebas ni analíticas". Nerea quiere tranquilizar a las familias. 

Las familias tienen que rellenar los cuestionarios una vez al año. El cuestionario se presenta en forma de puzzle online. Las piezas aparecen, en un primer momento, en color gris. Cada pieza representa una de las partes del cuestionario. Conforme se van respondiendo, la pieza en cuestión se va coloreando. La investigadora principal hace hincapié en las facilidades para participar en este estudio: "Puedes hacer una pieza en un momento y otra en otro. Colocándote encima de cada pieza puedes conocer el tiempo estimado que se tarda en contestar. Incluso, puedes empezar con una y guardar las respuestas para seguir otro día", detalla. Y especifica que este cuestionario alterna formularios largos y cortos. 

La labor de Mónica es, precisamente, buscar familias que se animen a participar en el estudio. Muchas llegan recomendadas por le pediatra del niño, pero los miembros del equipo de investigación también hacen una labor activa para encontrar a más niños. "Por ejemplo, damos charlas en colegios y asociaciones para concienciar a los padres de la importancia que tiene participar en SENDO", indica Mónica. 

Los interesados en participar pueden dirigirse directamente a la página web del proyecto SENDO. En ella encontrarán un formulario en el que podrán poner sus datos básicos de contacto. "Una vez hayan mostrado interés en participar en el proyecto, les mandaremos a casa un consentimiento informado con todos los detalles del estudio", cuenta Mónica. Cuando la familia interesada haya firmado ese consentimiento, podrá acceder al primer cuestionario de SENDO. A partir de entonces, cada año recibirá otro. 

Para este estudio se buscan niños sanos. No obstante, Nerea puntualiza que no quedan excluidos los menores con patologías menores. "Por ejemplo, con asma", concreta. Esto es así porque a los investigadores les interesa también conocer si estas enfermedades son más frecuentes "en los niños que comen peor o ven más la televisión", por poner dos ejemplos. 

Ahora mismo se están estudiando 1.131 niños de todo el territorio español. Mónica explica que Navarra es el territorio con mayor reclutamiento, puesto que el proyecto se coordina desde la Comunidad foral. "Pero tenemos otros profesionales reclutando en otras partes de España. Es el caso de Baleares, Málaga, Canarias, Madrid o Castellón", subraya. Y remarca que "los participantes pueden venir de cualquier parte del territorio nacional". 

"Necesitamos muchísimos niños", asegura. Y eso porque el estudio, potencialmente, puede arrojar una evidencia científica y de calidad para poder ayudar a prevenir esas enfermedades de las que estamos hablando cuando los niños crezcan. Para poder dar con esa evidencia científica hace falta contar con una muestra de estudio amplia. "El trabajo de reclutamiento es continuo", insiste. 

Un proyecto similar que se está realizando en Estados Unidos cuenta en la actualidad con unos 16.000 niños en estudio. Nerea y Mónica ven ahora mismo muy difícil alcanzar esa cifra, pero confían en ir acercándose poco a poco. "Con la información que nos proporcionan estos niños, podemos resolver a un montón de hipótesis. Según lo que analizamos, el tamaño muestral que necesitamos es menor o mayor. Cuánto más niños tengamos, más hipótesis podremos resolver", remarca Nerea. "A medida que vamos creciendo podemos ir dando respuesta a más cuestiones, a las que no podríamos contestar con muestras pequeñas", insiste. 

Durante estos siete años, el proyecto SENDO ha analizado, sobre todo, factores dietéticos. "Por ejemplo, los factores familiares que predicen que los niños consuman más ultraprocesados", informa Nerea. 

Las dos profesionales están de acuerdo en que el reto ahora está en concienciar a más familias de la importancia de sumarse al proyecto SENDO. "Tenemos que ayudarles a que comprendan que, a pesar de que no van a conseguir un beneficio inmediato sobre la salud de sus hijos, vean que lo tendrán a largo plazo", opina Mónica. "Esto es una carrera de fondo para cambiar el curso de la historia. Estamos en una epidemia de obesidad y, si no hacemos nada al respecto, la incidencia de enfermedades crónicas, antes impensables en niños, va a ir en aumento", apostilla. 

No obstante, la investigadora principal de SENDO remarca que, aunque las familias participantes no tienen un beneficio por colaborar en la iniciativa, su participación les puede servir de guía para adoptar hábitos más saludables. "Cuando completan el cuestionario anual, les enviamos una selección de respuestas que nosotros hemos identificado que les pueden ayudar a mantener una vida sana", ejemplifica. 

Para Nerea, otro de los objetivos más importantes a día de hoy, además de conseguir más niños, radica en que las familias que participan en el proyecto SENDO se queden hasta que los hijos sean mayores. "En SENDO, los niños entran con 4 o 5 años. De esa etapa, tenemos mucha información. Afortunadamente, a esa edad los niños suelen ser sanos y los problemas de salud llegan más adelante", explica.

Nerea pone un ejemplo: "A los 14 o 15 años empezamos a ver muchos problemas de salud mental, más prevalentes que antes". De ahí la importancia de que los niños sigan en SENDO hasta esas edades. "Si un niño permanece hasta esa edad, me da mucha información. Puedo ver qué niños con 14 años empiezan a tener problemas de ansiedad, depresión o trastornos de la conducta alimentaria y buscar si tienen un patrón común".

Nerea afirma que, junto con la obesidad, la incidencia de las enfermedades mentales en adolescentes preocupa mucho a los pediatras. "Desde la pandemia del coronavirus, estamos viendo un incremento muy grande de la enfermedad mental en adolescentes. Nos encantaría saber qué factores previos del estilo de vida pueden precipitar o, incluso, prevenir estas patologías". 

La investigadora principal del proyecto SENDO hace hincapié en la importancia de reflexionar sobre el aumento de estas enfermedades en niños. "La epidemia de obesidad ha conseguido que, por primera vez disminuya la esperanza de vida a nivel de mundial", lamenta. Y recuerda que, históricamente, el hombre siempre ha ido a mejor: "La higiene, las vacunas o el aumento de los cuidados ha ido incrementando la esperanza de vida". Según los últimos informes Aladino 1 de cada 5 niños sufre sobrepeso en España, lo que sería un 20% de la población infantil. La obesidad afecta a cerca de un 13%. "Tener a niños pinchándose unos medicamentos para la obesidad, cuando los podías haber educado para que tuvieran un estilo de vida saludable, es un problemón", asevera. "Llevar ese estilo de vida es mucho más barato y eficiente". 

Su compañera Mónica comparte esa inquietud: "Estamos en una situación tan preocupante. No es que el niño coma bien o vea menos pantallas ahora, es el hábito que está adquiriendo de cara a su futuro desarrollo", subraya. 


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