Una investigación liderada por el Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN) ha logrado un importante avance en la detección temprana del cáncer de pulmón mediante un simple análisis de sangre. El estudio, de carácter internacional, ha identificado un conjunto de señales moleculares en las células del sistema inmune que permiten mejorar la sensibilidad de la biopsia líquida, una técnica no invasiva empleada para diagnosticar distintos tipos de cáncer.
El trabajo forma parte del Proyecto AIRE, un programa de cribado de cáncer de pulmón que ha analizado muestras de más de 750 personas de alto riesgo en la Clínica Universidad de Navarra, procesadas posteriormente en los laboratorios del Cima Universidad de Navarra. Estas conclusiones suponen un paso relevante hacia la detección precoz y más precisa de la enfermedad, que continúa siendo la causa más frecuente de muerte por cáncer en el mundo.
Hasta ahora, la biopsia líquida presentaba dificultades para identificar tumores en sus fases iniciales. El equipo dirigido por el Dr. Luis Montuenga, responsable del Grupo Lungsearch del Cima, ha explicado que el avance radica en la identificación de repertorios completos de receptores de linfocitos —y no solo una señal aislada— que se asocian a la presencia de cáncer. “Cuando se desarrolla un tumor, algunas células del sistema inmune reaccionan ante las células cancerosas y circulan por la sangre. Lo novedoso es que hemos detectado grupos completos de señales que revelan esa reacción”, ha detallado el investigador.
Estos receptores pueden reconocerse gracias a una técnica molecular aplicada al análisis de sangre, lo que abre la puerta a detectar tumores de manera muy temprana y sin necesidad de procedimientos invasivos. Según los investigadores, combinar este método con otros biomarcadores, como el ADN circulante o determinadas proteínas, podría incrementar aún más la eficacia diagnóstica. Los resultados han sido publicados en la revista científica NPJ Precision Oncology, del grupo Nature.
Por su parte, el Dr. Luis Seijo, director del Departamento de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra y especialista en cáncer de pulmón, ha señalado que estos biomarcadores “pueden ser muy útiles en el contexto de cribado, tanto para evaluar el riesgo del paciente como para analizar los nódulos detectados por TAC, seleccionar a los candidatos adecuados e incluso contribuir al pronóstico”.