El pintor navarro Juan Bautista Ilundain Ayerra, a punto de cumplir 82 años, sigue fiel a su trabajo día a día desde hace 52 años en su estudio situado en la calle San Miguel 9 de Burlada.
El estudio está muy cerca de varios establecimientos de comercio local en Burlada, como es el caso de la bodega Eslava que ha cumplido 50 años y dirigen los hermanos Benito, Iñaki y Víctor Asín Sanz, o la casi centenaria carnicería Larragueta que dirigen los hermanos Manuel y Cosme Larragueta.
Juan Bautista Ilundain es natural de Lérruz (1942), una localidad navarra que está "un poco antes de llegar a Urroz. Vine con mis padres a Burlada cuando tenía solo tres años. Pintaba desde chaval y luego estuve en artes y oficios".
"Posteriormente me casé. Mi idea era ir a Madrid pero tuvimos gemelos y me quedé para montar esta tienda. Estoy jubilado, pero sigo pintando", señala con gran satisfacción.
"Al principio pusimos una tienda de colegio en Burlada con mi mujer. Luego añadimos marcos, pintando y haciendo cuadros. Fuimos evolucionando un poco, porque lo del colegio fue bajando, hacia las láminas y cuadros", explica el pintor navarro.
Juan Bautista no se resigna: "Vendo si hay quien compre. Me gusta tocar todos los temas como bodegones, retratos, paisajes... No soy de una sola cosa", asegura contento y feliz de su trabajo.
Uno de sus cuadros favoritos es la fachada gótica de la iglesia de Santa María de Olite y también se ha atrevido con temas taurinos, como un retrato del gran torero José Tomás, asegura el pintor navarro.
"Cada vez estoy más contento y me meto en cuadros más grandes, mucho más difíciles, y con pinceles más pequeños. Los clientes me dicen que les gusta. Este tipo de pintura gusta a todo el mundo porque la entienden y la valoran más fácil. No hay que discurrir".
Juan Bautista Ilundain ha expuesto regularmente en diferentes salas de cultura navarras así como en espacios de Barcelona, San Sebastián, Madrid o París entre otros: "He estado en París, en México y la última exposición 'Ayer y hoy' fue en la Ciudadela de Pamplona a finales de 2015. La próxima está pensada pero aún sin decidir nada".
Juan Bautista es una persona metódica en el trabajo. Trabaja en total unas ocho horas diarias entre mañana y tarde. El problema ahora es el relevo: "No hay relevo en la tienda. Mi hijo pequeño era muy aficionado a esto pero murió. Quizá los nietos, pero de momento no hay. De momento, mientras yo pueda seguiré".
En cuanto a su manera de pintar, asegura: "Uno evoluciona mucho cuando más trabaja. Cuanto más trabajas te sale todo más fácil y mejor. La gente se queda admirada de cómo se pueden hacer estos cuadros. A veces no se ni yo como ha salido así de bien", señala el 'pintor navarro con modestia.
Los precios de los cuadros "van de 800 euros hacia arriba, pero son malos tiempos. En cuanto a lo que opina su esposa de su trabajo: "Mi señora (Tere Villanueva) ya está un poco aburrida", concluye Juan Bautista Ilundain con una gran sonrisa.
