La carnicería Larragueta está dirigida por los hermanos Manuel Javier y Cosme Larragueta en la calle Mayor 41 de Burlada, casi en el límite del término municipal con Villava.
Está muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en esta sección de comercio local, como es el caso de la carnicería de los hermanos Fermín y Miguel Gil.
La carnicería Larragueta está a punto de ser centenaria. Su inicio llegó de la mano de Manuel Larragueta hacia el año 1925-27, ya que la familia no ha encontrado documentos con la fecha exacta.
Manuel era natural de Oroz-Betelu y se fue de pastor a América. A su regreso, compró la casa entera y en el piso bajo abrió una taberna y tienda de alimentación. Con los años, se fueron especializando hasta convertirse en carnicería.
Posteriormente, tomaron el relevo su hijo Cosme Larragueta Echávarri y su esposa María Teresa Lecumberri. Actualmente, es la tercera generación la que lleva las riendas del negocio con los hermanos Cosme y Manuel Larragueta Lecumberri que le han puesto a la carnicería el nombre actual de Larragueta hermanos.
Manuel Larragueta, de 54 años, es la persona que se encarga de preparar la carne cara a la navidad: "Lo que más se vende es el solomillo de ternera y el cordero seguramente, además del chuletón, gorrín y cabrito", asegura.
"El 90% son encargos y vamos un poco sobre pedido, sino es muy complicado. No esperamos avalancha. Llevamos muchos años y tenemos bastante experiencia. Son los pedidos y un poco más. No es como hace años para nada. Lo que más ha subido es el cordero, y el cabrito como nunca, además del gorrín", asegura Manuel.
"Creo que habrá algo menos de pedidos porque el precio te marca un poco todo. Si suben los precios hay que aplicar un pequeño margen para no perder dinero. Las comidas de navidad son importantes y es un momento bueno porque la gente echa un poco el resto, pero es un momento un poco feo para nosotros. No llenas la caja de beneficio. Igual un mes normal es más rentable", concluye Manuel Larragueta.
Su hermano Cosme Larragueta, de 55 años, se dedica a la chistorra y elaborados como lasañas y fritos. "La chistorra se vende bastante porque se la llevan a familiares que están fuera. La ponemos al vacío y también se vende mucho frito artesano de chistorra, jamón ibérico, de pimiento y jamón y queso son los cuatro tipos que más se venden".
No les queda otra que darle fuerte: "Al final diciembre es trabajar a tope. Echas el resto. Estas aquí casi todo el día. Estamos seis personas y en navidad una o dos más depende del trabajo", asegura Cosme Larragueta.
Lo del relevo familiar está más complicado: "Mi hermano y yo empezamos en 1989 en la carnicería. Somos la tercera generación, pero cuarta no creo que haya. Tengo tres hijos y Manuel dos y no parece que quieran seguir".
El secreto de tener un negocio rentable es meter horas: "Si lo sigues bien es un buen negocio. Eso sí, hay que trabajar, echar el resto y ser cumplidor. Si estas al pie del cañón es un buen negocio. No hay que tener horas ni puentes, vacaciones pocas y trabajar cuando hay que trabajar. Si falla alguien tienes que estar tú. Esto no es una fábrica donde viene otro a sustituirte", concluye Cosme.
La carnicería Larragueta ha conseguido premios importantes como el primer premio de la mejor chistorra de Navarra en 2010 y el tercer premio en 2022, que organiza anualmente el gremio de carniceros y charcuteros de Navarra. También consiguieron el primer premio en el concurso de chistorra de Euskadi en Ordizia en 2017.
