SOCIEDAD
El desplome de la oferta de vivienda dispara los precios en Navarra y pone en evidencia las políticas de Chivite
Navarra cuenta hoy con la mitad de viviendas en venta que hace unos años, tras cinco años de gobierno del PSN de Chivite.

El mercado inmobiliario navarro ha tocado fondo. La oferta de viviendas a la venta se ha reducido drásticamente en apenas unos años, mientras los precios siguen al alza tanto en Pamplona como en su entorno y el resto de la comunidad. La situación refleja un grave problema estructural que el Gobierno de Navarra, presidido por María Chivite, no ha sabido afrontar.
Los datos que maneja la inmobiliaria Engel & Völkers son elocuentes. En la capital navarra hay ahora menos de 500 viviendas en venta, frente a las entre 1.000 y 1.500 disponibles en años anteriores. En la comarca de Pamplona, la cifra ha caído hasta las 850, cuando no hace tanto superaba las 3.000. Y en toda Navarra, la oferta ha pasado de las 4.500-6.000 habituales a tan solo 2.600 viviendas en venta.
Este descenso ha provocado una presión constante sobre los precios. En zonas exclusivas como Ensanches y Media Luna, el metro cuadrado ha alcanzado una media de 3.765 euros. También han subido con fuerza barrios más populares como Milagrosa-Arrosadía, con un incremento superior al 7 %, o Barañain y Santa María La Real, donde la vivienda antigua se ha convertido en objetivo de inversión para reformas.
“La oferta ha caído en picado y eso está generando una tensión creciente sobre los precios”, ha advertido Jesús Sainz de Vicuña, director de Engel & Völkers Pamplona. La situación, lejos de mejorar, se ha extendido por toda Navarra, donde algunas zonas han experimentado subidas superiores al 10 %.
Mientras los precios no dejan de subir, el Ejecutivo foral sigue sin ofrecer alternativas reales para acceder a una vivienda digna. Ni se han multiplicado las promociones públicas, ni se han articulado medidas eficaces para aumentar la oferta o controlar el alquiler.
Zonas del Casco Antiguo, Zizur o los alrededores de Pamplona muestran precios estancados o con subidas suaves, pero la tendencia general es clara: el mercado es cada vez más inaccesible, sobre todo para jóvenes y familias trabajadoras.
En la comarca de Pamplona, el precio medio ronda los 1.100 euros/m², y en el resto de Navarra se sitúa en torno a los 882 euros/m², aunque con un crecimiento del 10 % anual. El perfil de comprador sigue siendo mayoritariamente nacional (99 %), aunque un 33 % de los clientes en la comarca proceden del extranjero, sobre todo de Estados Unidos, Europa y Sudamérica.
En el mercado del alquiler, los precios también se han encarecido. En Pamplona ciudad, la media ya roza los 13,15 euros/m², con una alta demanda por parte de estudiantes y parejas jóvenes que apenas encuentran alternativas. En la periferia baja a los 8,03 euros/m², pero sigue sin ser suficiente.
En localidades como Gorraiz, Mutilva o Barañáin, el perfil del arrendatario lo componen familias que buscan más espacio y precios razonables, aunque la escasez de oferta sigue marcando el ritmo.
También ha crecido el número de compradores que necesitan financiación: el uso de hipotecas ha pasado del 53 % en 2023 al 64 % en 2024, llegando al 75 % en la comarca y al 67 % en el resto de Navarra. Otro síntoma de que el acceso a la vivienda se ha vuelto más complicado que nunca.
A pesar de los datos, el Gobierno de María Chivite no ha reconocido la magnitud del problema ni ha tomado medidas estructurales para solucionarlo. Ni el alquiler social, ni la construcción de vivienda pública ni la rehabilitación de inmuebles vacíos han logrado frenar esta crisis, que afecta de lleno a miles de navarros.
Mientras tanto, el mercado sigue disparado, los jóvenes no pueden independizarse y cada vez más familias se ven obligadas a renunciar a vivir donde quieren o pueden permitirse. Y todo ello, con un Ejecutivo que, lejos de anticiparse, parece desbordado por la realidad del mercado.