Un pregón a cargo de Ignacio Aranguren, Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2016, dio inicio a esta fiesta de Interés Turístico Nacional.
La localidad navarra de Olite ha regresado este fin de semana a la corte del rey Carlos III con caballeros, juglares, bufones y artesanos en sus calles engalanadas para la ocasión.
Los esponsales que en 1439 celebraron en la ciudad el Príncipe de Viana, Carlos de Trastámara y Evreux, y la dama borgoñesa Inés de Clèves han sido los protagonistas de las XXIII Fiestas Medievales, que han congregado a miles de personas.
Un pregón a cargo de Ignacio Aranguren, Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2016, dio inicio ayer a esta fiesta de Interés Turístico Nacional, si bien desde días antes Olite ha acogido conferencias, conciertos o visitas guiadas.
Las actividades se han intensificado durante el fin de semana con un mercado de antaño, al que han acudido productores artesanos, así como con representaciones históricas y actividades características del medievo como combates entre caballeros, tiro con arco o bailes medievales.
Los pasacalles, la música, la magia, los juglares y los cuentos han estado presentes en las rúas medievales, en las que además se han podido degustar excelencias gastronómicas en mesones y tabernas.
Las Fiestas Medievales tienen como objeto recuperar el ambiente de Olite cuando fue Corte Real y promocionar la ciudad en su aspecto más cultural.
