Este sábado comenzaron la fiestas patronales de Aós, en el valle de Lónguida, y lo hicieron al son de un instrumento tan peculiar como extraño: el Alboka, al que acompañó un pandero.
El Alboka es un instrumento que es tocado por muy pocas personas en Navarra. Se trata de un instrumento de viento tradicionalmente popular en Europa cuyo uso en la actualidad se ha reducido casi exclusivamente al País Vasco. Puede estar formado por dos cuernos de novillo de entre 2 y 3 años, el cuerpo de madera y dos tubos que pueden ser de diversos materiales o por un solo cuerno y cuerpo y boca de madera en una sola pieza y los dos tubos. Por último, dispone de dos fitak de lengüeta simple de caña, que se encargan de crear el sonido.
Su sonido es similar al de la gaita y, al igual que ella, el sonido no es interrumpido. El método utilizado para tocar es el de la insuflación continua y para ello se utiliza la respiración circular, con esta técnica se consigue respirar sin dejar de tocar.
El Alboka se acompaña del ritmo que marca el pandero, un instrumento rústico de percusión perteneciente al grupo de los tambores de marco dentro de la familia de los membranófonos. Es popularmente conocido en España ya que forma parte de los instrumentos tradicionales.
En el caso de Aós, Fermín Chivite Lizarraga, acompañada de Maitane Domench Aristu al pandero se encargaron de alegrar las calles en el arranque festivo. De esta pequeña localidad el Valle De Lónguida de apenas medio centenar de vecinos dio comienzo a sus fiestas patronales.
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