• martes, 22 de octubre de 2024
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SOCIEDAD

Puerta grande para el torero Diego García en la plaza de toros de Lodosa con dos orejas

El fallo con las espadas hizo que García fuese el único en salir a hombros en el segundo festejo del Piquillo de Oro 2024.

Diego García sale por la puerta grande en Lodosa. ÁLVARO ALONSO
Diego García sale por la puerta grande en Lodosa. ÁLVARO ALONSO

Suelen decir algunos toreros que llega un momento de sus carreras en el que lo que más les importa es sentirse en la plaza, disfrutar y no estar pendientes del número de trofeos que pueden llegar a cortar. En el caso de Diego García, las orejas sí que son importancia, como argumento de peso en futuras contrataciones, pero ayer en Lodosa pudo sentirse torero. Y qué envidia sentimos muchos.

Agraciado en el sorteo con un buen lote, su segundo toro, quinto en el orden de lidia, facilitó el despliegue de un concepto artista y filigranero en el inicio de su faena. Ya antes con el capote había encandilado a la parroquia, en un variado recibo. García toreaba en redondo sobre la diestra en los medios y la ola que intentaba nacer en los animados tendidos de sol chocaba con la seriedad de “Concha Flamenca”, el pasodoble que había comenzado a sonar en sombra. ¡Qué belleza!

El madrileño respetaba los solos del pasodoble extraordinariamente ejecutado por la banda y el público se lo agradecía en forma de interés por una faena que podía ir a menos porque Separado, nº 16 de Brazuelas, se estaba parando. Así, García optó por terminar el toreo fundamental y ejecutar un pinturero cierre de faena con “naturales” sobre la diestra. Obviamente, no son naturales por no darse con la mano izquierda, pero el impacto de ver tirar el estoque y ejecutar un pase no muy habitual encantó al público. Así, tras un mortal estoconazo, el doble pañuelo asomaba en la presidencia.

Ya en su primero había cortado una oreja. Pícaro, de Pincha, saltó al ruedo con crotales, algo que siempre desluce un festejo. Con motor tras pasar el encuentro con el piquero, el tercio de banderillas fue entretenido, saliendo a saludar “Venturita” por ello. Tras dos tandas por la derecha, quiso García pasarse a los naturales. El animal sacaba la cara a media altura y amenazaba con rajarse, por lo que el torero madrileño supo dejarle la muleta en la cara tras cada natural. Visto que se le acababa el toro, recurrió a molinetes, desplantes y arrimones que mantuvieron la atención de los tendidos. Finalmente, una estocada efectiva le dio el primer premio de la tarde tras escuchar un aviso. García mostró cabeza y actitud, es un torero a seguir.

Debutaba con picadores el navarro Nabil “El Moro”. Animado con su ya habitual saludo capotero de rodillas, el novillero se enfrentó en primer lugar a Hípico, de Pincha, que fue mal picado. En el momento de iniciar la faena llegó la ráfaga de viento más fuerte de la tarde. Sin embargo, fiel a su estilo clásico y artista, “El Moro” disfrutó toreando por el pitón derecho desde el inicio de la faena. El novillo tenía nervio y era difícil someterlo, por lo que cada tanda era una nueva batalla, especialmente por el pitón izquierdo, ya que el animal se distraía mucho al salir de la muleta.

Como cierre, unas preciosas y solemnes manoletinas. Naufragó el novillero con los aceros. Con el sexto estuvo genial. Decidió darle dos puyazos y brindó a su madre, que recogió la montera entre un mar de lágrimas. Espoleado por el triunfo de un compañero y la espinita de su novillo anterior, inició la faena de rodillas para pasarse al toreo en redondo por el pitón derecho. Se le veía con muchas ganas y consiguió que toda la plaza estuviese con él desde el primer pase. Capaz de templar la embestida por naturales, una vez que el novillo empezó a pararse “El Moro” estuvo inteligente al torear con circulares invertidos. En un arrebato, remató la faena por luquesinas. La espada se llevó las dos orejas, sonó un aviso y se le dio la vuelta al ruedo, un poco exagerada, al novillo, de nombre Ofuscado II, de Pincha.

Javier Orozco fue volteado sin aparentes consecuencias por el cuarto de la tarde, de nombre Herrante. El de Brazuelas ya había avisado en esa misma tanda por la izquierda y desde ese momento, no tragó un pase más. El torero malagueño había brindado a la solanera, refugiada en sombrillas y pérgolas desplegables y, pese a su persistencia, no pudo sacar mucho más del pozo sin agua que era Herrante. Pinchazo y media efectiva como preludio del silencio. De su primero poco que decir. Un toro malo, malísimo, que no podía ni moverse en la muleta. En el caballo había embestido con fuerza, por lo que fue sorprendente su inexistente movilidad posterior. Inédito prácticamente, Orozco dio un mitin con la espada para olvidar.

Ficha del festejo

Plaza de Toros de Lodosa, 4 de agosto de 2024. Segundo festejo de la feria del Piquillo de Oro. Casi dos tercios de entrada.

  • Toros: 2 de Pincha (1º y 2º) y 2 de Brazuelas (3º y 4º).
  • Novillos: de Pincha (3º y 6º), los mejores animales de la tarde. Al sexto, nº 86, Ofuscado II, se le dio la vuelta al ruedo.
  • Toreros: Javier Orozco (silencio en ambos) y Diego García (oreja y dos orejas).
  • Novillero: Nabil “El Moro”, debutaba con picadores (silencio en ambos).

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