Hay una rotonda en Navarra con una curiosa característica, muy cerca de ella encontramos tres asadores de renombre: Martintxo, Bidea2 y El Tremendo. Disponen de diferentes menús y precios, por lo que acudir a este rincón de Navarra es una opción viable para todo tipo de bolsillos y gustos.
La rotonda de la que hablamos es la que une las carreteras NA-6053, NA-6000, así como las calles Plaza San Miguel y Camino de Esquíroz en el centro de Cizur Menor. Y se ha convertido en un punto de encuentro para los amantes del chuletón.
El asador Bidea2 es uno de los más aclamados de Navarra. Aunque el ticket medio por persona supera los 100 euros, muchos clientes aseguran en las reseñas que merece la pena pagar. Y ponen de relevancia el trato exquisito del servicio, el ambiente tranquilo y la calidad de sus productos.
Sin duda, el chuletón es le producto estrella en este restaurante. Pero la carta incluye otros muchos platos por los que los comensales se deshacen en elogios. Por ejemplo, las kokotxas de merluza a la brasa.
El Martintxo es una opción intermedia en lo que a precio se refiere, ya que si se opta por el menú de sidrería se puede comer por poco más de 50 euros por persona. Este menú incluye los siguiente platos: chorizos a la sidra, pimientos del piquillo a la brasa, tortilla de bacalao, chuletón de vacuno mayor a la parrilla, ensalada de lechuga y cebolla, postre casero a elegir y sidra o vino de la casa.
Precisamente, el chuletón es uno de los platos por los que muchos clientes eligen el Martintxo para comer. No obstante, compite con los pescados a la parrilla. Por ejemplo, el besugo, que hace la boca agua a quienes lo prueban en este restaurante de Cizur Menor.
Finalmente, El Tremendo es la opción perfecta para aquellos que quieren disfrutar de una comida tradicional y a buen precio. Cuenta con dos menús cuyo precio oscila entre los 30 y 40 euros. Ambos incluyen la opción de degustar su chuleta de vaca a la parrilla. Si se opta por comer de la carta, es muy recomendable pedir el chuletón de vaca gallega a la parrilla.
Además, cuenta con otras especialidades que sorprenden a los comensales. Por ejemplo, las Conchas de Santiago, un plato que hace un guiño a los peregrinos. Se trata de unas conchas rellenas de bechamel de marisco y hongo beltza.
Junto a la comida, otro de los principales atractivos de este restaurante es su comedor, por el que parece que no ha pasado el tiempo y que recuerda a los comedores de los asadores de antaño.
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