SOCIEDAD
El restaurante que es una parada obligada para los camioneros en Navarra y triunfa con el gorrín y la paella
Cuenta con un menú del día con una gran variedad de opciones para elegir. Y también destaca por su pollo asado en horno de leña.

Ubicado en la Carretera Nacional 240, en el kilómetro 15, dentro del Concejo de Sarasate, el Sarasatenea es mucho más que un restaurante. Se ha convertido en un punto de referencia para camioneros y trabajadores que buscan una comida abundante, de calidad y a un precio justo.
Con una historia que se remonta a 1974, este establecimiento ha mantenido su compromiso con la gastronomía tradicional y los servicios para transportistas.
Al mismo tiempo, ha sabido ganarse al público general con sus exquisitos platos. Muchos excursionistas paran a comer en este establecimiento tras caminar por la Ruta del Plazaola, por ejemplo.
Algunos de los platos estrella de su carta son el codillo, el gorrín, la paella o el chuletón. Muchos de los clientes los mencionan en sus reseñas de Google.
El Sarasatenea nació como complemento a la gasolinera de Sarasate, construida en 1970 por Jesús María Zozaya y María Pilar Lizasoain. Cuatro años después, se amplió con un bar-restaurante.
En 2020, en plena crisis del coronavirus, reabrió con una profunda reforma llevada a cabo por la segunda generación familiar. Iñaki Zozaya acababa de coger las riendas del negocio familiar. Ya había llevado a cabo la renovación de las instalaciones cuando, justo antes de la inauguración, estalló la crisis sanitaria.
Zozaya mantuvo la actividad en la gasolinera que forma parte del área de servicio en el que se integra en restaurante Sarasate. Conversando con los camioneros se dio cuenta de que estos trabajadores estaban abandonados a su suerte. No tenían ni dónde comer ni dónde ir al servicio.
Por eso, puso en marcha una iniciativa de menús económicos y completos para llevar para los transportistas. Esto supuso el punto de partida para la nueva etapa del restaurante.
De esta forma, Zozaya se supo ganar el favor de los camioneros en un momento crítico. Muchos de ellos siguen eligiendo el restaurante Sarasate para una de sus paradas en ruta cinco años después de la pandemia.
El restaurante Sarasatenea tiene una visión clara: ser un referente gastronómico en la zona, combinando sabor, calidad y cantidad en sus platos.
Su misión es ofrecer cocina tradicional con opciones variadas para cada momento del día, desde desayunos y almuerzos hasta comidas y cenas.
Desde las 6:00 de la mañana, los clientes pueden disfrutar de cafés, bollos y pintxos. A las 8:30 comienzan los almuerzos, y desde las 13:00, los platos fuertes con menús diarios y degustación. Para la cena, el restaurante está abierto de 21:00 a 23:00.
El restaurante ofrece una amplia variedad de platos. Cuenta con un menú del día que tiene muchas opciones de primeros y segundo platos para elegir. Además, este menú tiene un precio más reducido para los transportistas y trabajadores.
Sin duda, una de las opciones preferidas para comer por todos los clientes es su menú especial de gorrín. Incluye un primero, ensalada de lechuga y cebolla o alubias rojas al estilo Tolosa, gorrín y postre a elegir (25 € entre semana y 30 € los fines de semana).
Otro de los atractivos del restaurante es su pollo asado en horno de leña, disponible para comer en el restaurante o para llevar (12,50 € + 2 € la ración de patatas).
Los sábados son día de paella en Sarasatenea. Los clientes eligen entre la paella de carne y la de marisco. La ración sale por 15 euros.
Además, si se busca una comida rápida siempre se puede optar por uno de sus deliciosos bocadillos o platos combinados.
El Sarasatenea no es solo un restaurante, sino un auténtico centro de servicios para transportistas. Entre sus comodidades destacan:
Gasolinera Repsol totalmente equipada.
Venta de aceite de motor a granel.
Servicio de lavandería y duchas, ideal para los trabajadores en ruta.
Arreglo de ropa a precios asequibles.
Administración de lotería dentro de la gasolinera.
Amplias instalaciones diseñadas para el descanso y la comodidad de los clientes.
Con su ambiente acogedor y su firme compromiso con los transportistas y trabajadores, el Sarasatenea sigue consolidándose como una de las paradas obligadas en Navarra.
Su combinación de cocina tradicional, precios accesibles y servicios adaptados a las necesidades del viajero lo convierten en una opción ideal para las paradas quienes recorren las carreteras de la Comunidad foral.