Garikoitz Maiza, el joven navarro fallecido este lunes en la zona pirenaica de Benasque en un accidente de montaña, tenía 26 años y, según las personas de su entorno, era un excelente deportista. Como se recordará, sufrió un accidente en la Cresta del Pico Rusell, dentro del Parque Natural de Posets-Maladeta, en el Pirineo oscense.
Muy vinculado a la Barranca, de hecho, parte de su familia procede de Torrano, a los pies de San Donato, era un apasionado del deporte, especialmente el fútbol y las carreras de montaña. Como portero, defendió las porterías de equipos como el Txantrea, Lagun Artea e Idoya. En su etapa como guardameta en el Lagun Artea de Lacunza, alcanzó logros significativos, como el ascenso de la categoría Regional a Preferente y un año después a la Primera Autonómica, un hito que marcó su carrera deportiva.
Sin embargo, su verdadera pasión en los últimos años fue el trail o carreras de montaña. Garikoitz se dedicó con constancia a estas pruebas, participando con éxito en varias competiciones en Navarra, siempre demostrando su capacidad y su amor por la naturaleza y el esfuerzo físico.
A nivel profesional, Garikoitz era ingeniero industrial, habiendo completado sus estudios en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) entre 2016 y 2021. Posteriormente, se formó en un máster de Ingeniería Industrial, lo que le permitió incorporarse al mundo laboral.
En 2022, comenzó a trabajar en BeePlanet Factory, empresa dedicada a la fabricación de sistemas de almacenamiento de energía, donde se desempeñó como ingeniero eléctrico.
Garikoitz era un joven apreciado por todos los que le conocían. En su entorno, tanto en el campo deportivo como en el profesional, se le recordará por su gran personalidad, su implicación y su amabilidad.
