La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha considerado que la agresión a dos guardias civiles -uno de ellos vecino de Puçol (Valencia)- y sus parejas en la localidad navarra de Alsasua, puede encuadrarse en un delito de terrorismo y, por tanto, es de su competencia investigarlo.
La denuncia fue presentada por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite) por delitos de odio en conexidad con delito de terrorismo y por atentado contra la autoridad.
En el escrito del Ministerio Público al que se ha tenido acceso, el fiscal establece que "se trata de graves hechos delictivos contra la integridad física de miembros de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad realizados con el propósito de atemorizar a colectivos que no comparten sus ideas y generando una grave alteración para la paz pública".
Los hechos tuvieron lugar el pasado 15 de octubre de 2016 pero, según el fiscal, están enmarcados "dentro de la campaña de hostigamiento que sufren los agentes en determinadas localidades del País Vasco y Navarra".
LOS HECHOS
Concretamente, un grupo de aproximadamente medio centenar de radicales abertzales asaltaron en la madrugada del 15 de octubre a dos guardias civiles en Alsasua. Los agentes se encontraban fuera de servicio en un bar de la localidad navarra con sus novias cuando han sido brutalmente atacados por el grupo de jóvenes.
Dos de los agresores fueron detenidos y tanto los guardias como sus parejas fueron trasladados al hospital, donde uno tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Este era el testimonio de los agentes, que reconocieron: "Salimos fuera, nos rodearon y nos pegaron".
Tras la brutal paliza, el alcalde de Alsasua (Geroa Bai) puso en duda la participación de 50 personas en el linchamiento a los dos guardias civiles.
Fue el testimonio de una de las novias de los agredidos explicaba más concretamente lo que había ocurrido: "Nadie nos defendió. Más bien alentaban y aplaudían la situación".