El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Pamplona ha decretado este miércoles el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del hombre de 85 años detenido por la muerte violenta de su esposa en la localidad navarra de Zizur Mayor.
El arrestado fue detenido el martes por la Guardia Civil tras llamar al 112 para alertar del fallecimiento de su pareja, de 78 años, con un discurso incoherente. El cadáver fue hallado por los agentes en el dormitorio del domicilio, con signos de violencia física, lo que motivó la judicialización inmediata del caso y su investigación como un posible delito de violencia de género.
Según el auto judicial, los hechos podrían ser constitutivos de un delito de asesinato con alevosía o, en su caso, de feminicidio, y el juez considera que existen indicios suficientes como para justificar la medida de prisión. El investigado se acogió a su derecho a no declarar y se enfrenta a un horizonte penal severo, lo que ha llevado al magistrado a adoptar esta decisión para evitar su posible fuga o manipulación de pruebas.
El juez subraya la existencia de contradicciones entre la versión del acusado —que dijo que su mujer se cayó al ir al baño— y la escena del crimen. La víctima fue encontrada tendida en la cama, con los brazos entrelazados y una lesión craneal compatible con un fuerte golpe con un objeto contundente. En un contenedor cercano se localizaron objetos ensangrentados como una almohada, un pañal y un botiquín, lo que podría explicar la ausencia de restos de sangre en la habitación.
Pese a que se ha planteado la posibilidad de que el acusado padezca alzhéimer, el juez considera injustificadas, por el momento, las dudas sobre su imputabilidad penal. Un informe médico elaborado tras su ingreso en el Hospital Universitario de Navarra indica que no presenta patología urgente alguna y que se le han practicado pruebas, entre ellas un TAC craneal, cuyos resultados no evidencian alteraciones mentales graves que afecten su capacidad procesal.
LA HERMANA DE LA FALLECIDA LO PONE EN DUDA
Antes de conocerse esta resolución judicial, una hermana de la fallecida ha cuestionado públicamente que la investigación se esté tratando como un caso de violencia de género. En declaraciones a la agencia EFE, Ofa Bezunartea, periodista y catedrática de periodismo, ha calificado esta interpretación de “excesiva e imprudente” y ha asegurado estar “en estado de shock” tanto por la muerte de su hermana como por la detención de su cuñado.
Bezunartea ha explicado que la víctima padecía párkinson desde hace décadas, lo que le provocaba frecuentes caídas y lesiones. Ha defendido que su cuñado, de 85 años, ha sido un “incansable y atento cuidador” durante años, además de un “prestigioso médico de familia y especialista en psiquiatría”.
También ha criticado que los medios y algunos representantes institucionales hayan dado por hecho que se trata de un crimen machista sin esperar a la autopsia ni al atestado judicial, subrayando que “todavía no se ha determinado oficialmente la causa del fallecimiento”. Ha lamentado el uso de términos como “asesinato” o “matar” en informaciones preliminares y ha pedido que se respeten los hechos y el curso judicial de la investigación.