La vecina de Azagra que resultó hace dos años herida muy grave por la agresión de su pareja ha relatado que desde hace años ella quería separarse “pero él no me dejaba” y que el día de los hechos él la agredió sin ninguna discusión previa porque entró sorpresivamente en su habitación con una barra gritando “te voy a matar, me tienes harto”.
La víctima, quien desde entonces sufre evidentes secuelas físicas y neurológicas tras superar la gravedad inicial y pasar por varias operaciones quirúrgicas posteriores, y quien ha declarado acompañada de su hermana y asistida por personal de la Oficina de Víctimas, aunque sin contacto visual con el acusado.
En su declaración en el juicio iniciado este jueves contra su expareja, Santiago M.M., para quien el fiscal pide 14 años y medio por asesinato en grado de tentativa, la víctima ha coincidido con él en que la relación estaba rota desde hacía meses y de que el reparto de la casa de la que ambos eran propietarios era el principal motivo de sus discusiones, aunque también el destino que daban al dinero común.
“Hace años ya decidí que quería separarme pero él no me dejaba. No quería acudir a ningún abogado”, ha relatado Ana, quien también ha trasladado que el deterioro de su convivencia también estaba marcado por la “manera agresiva” en la que él se comportaba, lo que en los últimos tiempos le había llevado a ella a quedarse a dormir en el centro de salud donde hacía guardias como enfermera “porque así no tenía que volver a casa y verle a él”.
“Le dije que me quería separar pero él no decía nada. Y sentarse a hablar tampoco, se sentaba a gritar”, ha relatado la víctima, quien ha recordado que él no quería judicializar la separación, en la que ella pensaba desde “dos o tres años antes”.
Preguntada por los hechos, su versión ha sido completamente distinta a la de su expareja, al asegurar que la noche anterior ella llegó a casa de trabajar y habló “muy poco” con él porque se fue casi inmediatamente a su habitación (dormían en zonas separadas de la casa).
También ha sido muy diferente su relato de la agresión, pues ella ha señalado que se encontraba por la mañana sola en su dormitorio cuando cogió el teléfono para atender la llamada de una amiga, momento en el que entró Santiago M.M. “con un palo de hierro”, por lo que ella gritó a su interlocutora al teléfono: “Que me va a matar, que me va a matar”.
Él tiró el móvil al suelo y le avisó a Ana: “Te voy a matar, me tienes harto, tú a mí ya no me jodes más”, tras lo cual “me dio con el palo en la cabeza y ya no recuerdo mucho porque perdí el conocimiento”, ha dicho.
Sobre su convivencia en los últimos tiempos ha recordado que “no podíamos tener una conversación en condiciones. Yo me callaba muchas veces y me iba a la habitación de arriba”, a donde él muchas veces le seguía. “Entraba muchas veces a hablar y decía gritando que él no se iba a separar, no se iba a ir de esa casa y que no quería ni juez ni abogado”.
Preguntada sobre la versión de Santiago de que poco antes de la agresión ambos habían estado hablando incluso en una actitud cariñosa por parte de él, ella ha asegurado que “para nada. Entró directamente con la barra”, que ha negado que estuviera previamente en la habitación.
