"El autor del atentado de Westminster, Khalid Masood, era un británico de 52 años, profesor de inglés y padre de tres hijos. Vivía en Birmingham, considerada la capital del yihadismo británico, donde alquiló el coche todo-terreno con el que causó la muerte de cinco personas y provocó 29 heridos, antes de apuñalar a un policía en el recinto del Parlamento británico y de morir abatido a tiros. ¿Cómo pudo un profesor de inglés de 52 años radicalizarse?".
Cuando escribo estas líneas aún no se ha producido la noticia pero todos los periódicos digitales dan por hecho que "intermediarios civiles notificarán a la justicia francesa, en nombre de ETA, la localización de los zulos de la banda terrorista para que proceda a su desarme con la supervisión del Comité Internacional de Verificación, coordinado por Ram Manikanningam y constituido a finales de 2011, tras el cese definitivo de la violencia, así como por el Gobierno vasco" .
Al menos 15 mujeres han muerto en dos meses a manos de hombres con los que tenían o mantuvieron una relación de pareja, lo que ha que convertido al inicio de 2017 en el más sangriento en violencia machista desde que, en 2003, se comenzó a cuantificar las víctimas mortales en esta forma terrible de feminicidios.
El otro día recordaba El Mundo que cuando Álvaro Nadal nuevo ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital llegó a la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno, a finales de 2011 ordenó a su equipo aplicar lo que él llamaba "la política de los tres carteles" a todo gran empresario o lobby que apareciera por Moncloa.
Ayer, al terminar la segunda votación de la fallida investidura le pregunté a un importantísimo dirigente del Partido Popular y uno de los señalados como candidato a la sucesión, por qué Rajoy no daba un paso al lado, cedía el testigo y abría el melón sucesorio, facilitando así el desbloqueo institucional histórico que vive este país.
Al día siguiente a las elecciones, en una tertulia de televisión, un colega se preguntaba en voz alta qué pasaría en este país si, en la próximas elecciones, desaparecieran todas las encuestas, si no hubiera sondeos ni pronósticos, si nadie se aventurara a decir por donde iban las cosas y cuál sería el veredicto de las urnas.
Se han cumplido cinco años del 15-M y lo que en principio pareció una simple concentración en la madrileña Puerta del Sol, que le dio más de un dolor de cabeza al gobierno socialista de turno, se convirtió poco después en un repulsivo que hizo despertar a una adormecida sociedad que asistía atónita, pero expectante, al efecto dominó que empezó a vislumbrarse.
Según el informe de la UCO de la Guardia Civil, la ex concejal del Ayuntamiento de Valencia María José Alcón detalló, en conversación telefónica con su hijo, el modus operandi del presunto blanqueo de dinero en la sede del gobierno de Rita Barberá: "Han hecho una trampa en el partido. Me han dado 1.000 euros en dos billetes de 500, dinero negro... Y yo les tenía que hacer una transferencia legal de mi cuenta... Para blanquear dinero. Vamos, corrupción política total".