Un cuarto de hora superioridad al principio y diez minutos buscando la épica al final nunca pueden justificar el insulto al aficionado que ha supuesto esta eliminatoria de Copa.
Dos goles casi seguidos de los catalanes, uno en el minuto 59 y otro en el 68, han sentenciado el partido y han dejado a Osasuna fuera de la Copa del Rey.
Aunque sea a trompicones, tanto de Braulio como de Arrasate, los rojillos avanzan entre sufrimientos y penurias hacia una zona donde al menos puedan sentirse cómodos
Ha sido un partido cargado de tensión. Cuando Juan Villar marcaba el primer gol en el minuto 13, la emoción se esfumaba en apenas 30 segundos con otro del equipo rival.
Es la impresión que Osasuna dejó en Mallorca y ha repetido en su estreno en El Sadar, donde ya no se estilan presentaciones previas. Por cierto, el club debería aclarar qué ocurre con Fran Mérida. Si son “molestias musculares” o algo más.