• domingo, 28 de diciembre de 2025
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COMERCIO LOCAL

El histórico bar del centro de Pamplona con unos fritos espectaculares que cierra una etapa en 2026

Sobre todo destacan "los fritos de croqueta de jamón, de pimiento, y jamón y queso”, ha enumerado el dueño del establecimiento.

Francisco Javier Hermand e Idoya Eraso en el bar Burdeos de Pamplona. Navarra.com
Francisco Javier Hermand e Idoya Eraso en el bar Burdeos de Pamplona. Navarra.com

En el segundo Ensanche de Pamplona, hay bares que no solo sirven almuerzos: también guardan rutinas, saludos por el nombre y esa confianza de barrio que se construye a fuego lento. En la calle Tafalla 15, uno de esos locales ya tiene marcada en el calendario la fecha en la que bajará la persiana para cerrar una etapa.

El bar Burdeos lo hará el 31 de marzo de 2026, con un relevo ya encarrilado y un motivo claro: la jubilación de sus dueños. Al frente está Francisco Javier Hermand Pabolleta, que lleva diez años en el establecimiento y cumplirá 65 años en mayo. “Estamos a punto de jubilarnos. No nos quejamos. Hay unos clientes muy fijos y estamos contentos”, ha explicado.

La salida, según ha contado, llega con calma y sin sobresaltos. “El local está medio traspasado y la fecha que tenemos puesta es el 31 de marzo para dejarlo”, ha detallado. Hermand también ha indicado quién tomará el testigo: “Lo cogen otros propietarios que son españoles que tienen otro local en el casco viejo”. “Es una tranquilidad. Estamos contentos”, ha añadido.

Y en ese adiós tranquilo hay un protagonista que se repite en cada conversación con la clientela: la barra de fritos. En el Burdeos, hay quien entra con la decisión tomada antes de mirar la vitrina, porque sabe lo que busca. “Sobre todo los fritos de croqueta de jamón, de pimiento y jamón y queso”, ha enumerado el hostelero. Es el bocado que ha hecho famoso al local, el que se comparte de pie, el que suele abrir el apetito y la charla.

Los fritos conviven con otros clásicos que siguen saliendo a buen ritmo. Hermand ha resaltado “las tortillas”, que vende “muchas”, y pinchos de toda la vida que no fallan. Entre ellos, el de jamón ibérico con tomate, “de toda la vida”, y un imprescindible que tiene su propio público fiel: “Hay gente que viene solo a comer el bocata de jamón. La gente lo pide y les gusta”.

El propietario habla del bar con la naturalidad de quien lo ha vivido desde dentro y, además, con un oficio que se nota en cada frase. Lleva “50 años en hostelería” desde que empezó con 14 años, y ha descrito el barrio como un lugar cómodo para trabajar, por ambiente y por clientela. “Este es un barrio muy tranquilo para trabajar, sin ningún problema, con una clientela muy asentada y estoy muy contento. Clientes de siempre. Conozco a todo el barrio”, ha contado.

En esa relación cercana, ha dejado una imagen que define el tono del local: “Les llamas por su nombre y sabemos si son del Barça o del Madrid y les picas un poquito”, ha comentado con una sonrisa. El Burdeos, en ese sentido, es barra, conversación y costumbre.

El ritmo del día a día también tiene sus reglas. “Descansamos los martes normalmente”, ha indicado Hermand. Y, al hablar de su historia personal, ha añadido un detalle que muchos clientes ya conocen por su acento: “Yo soy francés (y aún se le nota el acento al hablar) pero llevo desde los 14 años en Pamplona como mi mujer (Idoya Eraso Jericó) y mis hijos. Soy más de Pamplona que nadie”.

La jubilación será compartida. Idoya Eraso Jericó se retirará a la vez que él, y el negocio no seguirá en manos de la familia. “Tenemos tres hijos que trabajan en empresas y no quieren saber nada. Igual algún día echan un cable al mediodía pero no van a seguir”, ha explicado, dejando claro que el cierre de etapa es total.

Además de almuerzos, fritos y pinchos, el Burdeos también ha sido un bar de cafés y cubatas, con una clientela que ha encontrado allí un lugar cómodo para parar. Hermand ha insistido en que la zona siempre ha sido “muy buena para trabajar” y, al mirar al calendario, ha dejado otro dato que sitúa el adiós en el tiempo: “No vamos a llegar a los próximos Sanfermines”. Sobre la fiesta, ha comentado con ironía que “son más los impresionantes preparativos anteriores que lo que viene luego”.

El bar también ha tenido su propia banda sonora futbolera. La peña del bar Burdeos de Osasuna se creó en 2022 y nació, según ha recordado su dueño, de una noche con amigos. “Fue una noche con unos clientes muy amigos y uno de ellos dijo de crear una peña”, ha relatado. A partir de ahí, “movimos hilos en Osasuna y en el Gobierno de Navarra. Hicimos los estatutos”.

Hoy es una peña oficial con 110 socios, y el propio Hermand ejerce como presidente y fundador. “Venimos muchos a ver el partido en el bar a la hora que toque. Yo soy el presidente y uno de los fundadores”, ha explicado. Y ha descrito ese ambiente de partido en casa: “Se crea un ambientico muy bueno viendo los partidos pegando botes cuando mete goles”.

Las buenas sensaciones también aparecen en las reseñas que le dejan los clientes en redes sociales. Una de ellas destaca: “Excelente servicio. Destaco, pero hay más, los tigres y el ajoarriero. Vino francés. Existen productos variados realmente buenos. Calidad/precio adecuado”.

Otra señala: “Elegancia en el servicio, amabilidad y variedad de pinchos. Merece la pena caer por aquí”. Y una tercera resume el estilo del local: “Un lugar tranquilo con pinchos variados y de calidad. Buen servicio. Gente amable, la tortilla de patata espectacular”.

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