El bar Casa Paco es todo un clásico del casco viejo de Pamplona. Es un local centenario abierto en 1908 como sidrería y alpargatería por la familia Pueyo que mantiene el estilo de casa de comidas tradicional.
Está situado en la calle Lindachiquía, en el llamado 'rincón' de San Nicolás. Muy cerca de otros negocios que hemos conocido en este apartado de comercio local, como por ejemplo el bar Picnic especializado en hamburguesas, o la cafetería y heladería Elizalde en la calle San Nicolás.
El propietario de Casa Paco es el sangüesino Javier Vinacua, que ha traspasado el negocio a Celia De Pedro Montero y Omar Fernández Bailos, dos pamploneses de 27 y 28 años de edad.
La fiesta de reinauguración del local ha tenido lugar el 2 de marzo. Celia De Pedro "Los dos llevamos diez años trabajando en la hostelería. Me enteré que este bar lo querían traspasar por la familla de mi pareja".
"Llevábamos cuatro años trabajando en el bar Ulzama. Yo era jefa de cocina y él camarero. Una nochevieja le ofrecí si le interesaba coger el bar conmigo y ya estamos aquí dos meses después", señala Celia.
"Queremos potenciar mucho el tema de la cocina con un menú muy rico y asequible para todo el mundo. Yo he tenido varias menciones en semanas gastronómicas como la del picho, la cazuela y la tortilla. El año pasado me nominaron a mejor talento gastronómico navarra", indica Celia.
"Entre semana el menú será de 16,50 euros y el fin de semana 26,50 euros con productos de la tierra. Todo ello sin perder los sabores y dándole un toque de vanguardia que la gente igual no está acostumbrada y gusta".
En cuanto al personal del que disponen, Celia asegura: "De momento somos tres en barra y tres en cocina. Tenemos una terraza de 60 personas. Este es uno de los primeros bares de Pamplona, el pionero. Estamos con mucha ilusión y es una responsabilidad muy grande, que genera también un poco de miedo".
Omar ha señalado a Navarra.com: "Celia y yo nos conocemos de trabajar juntos en otro local y ella fue la que me ofreció esto en nochevieja y mira. Dos copas en nochevieja y en tres meses estamos aquí dándole caña".
En cuanto a las novedades, señala: "Hemos cambiado la vinoteca con vinos más navarros de bodegas menos conocidas. En la comida Celia mantiene los callos y lechezuelas, y pone su toque vanguardista que lo deja todo niquelado".
Omar es el camarero encargado de la barra: "Voy a servir todo lo que me saque la chef y creo que no hay nada mejor que dos socios y cada uno en su lado". La ilusión que tienen es enorme: "Nos vamos a comer el mundo".
Tienen previsto preparar "almuercicos con barra de pinchos muy buenos" y por la tarde "otros pinchos más elaborados. Vamos a meter caña al menú del día y el fin de semana aprovecharemos la terraza al máximo para comidas y cubatas", señala Omar.
Omar y Celia esperan al buen tiempo y al verano para "darle un empujón al bar manteniendo su esencia. Hay que adaptarse a los tiempos. Los Sanfermines llegan enseguida. Hacemos la inauguración pensando en Sanfermines", concluye Omar.
