El bar Gastón de Pamplona ha aprovechado el inicio de la campaña de Navidad para abrir de nuevo sus puertas a su estimada clientela. Tras una profunda limpieza y remodelación, ya se pueden degustar sus exquisitos fritos, tortillas de patata y huevos rotos.
El bar Gastón está situado en la calle Raimundo Lanas 19 en el barrio de la Rochapea. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en esta sección de comercio local en la capital navarra.
Como es el caso, por ejemplo, del zapatero Cándido que ha cumplido 45 años en el barrio, o la frutería Ignacio, donde Ignacio Lacuey Blasco sigue trabajando a sus 73 años de edad.
El bar Gastón ha organizado una bonita fiesta este jueves 28 de noviembre con la actuación en vivo del mariachi Jesús a las 19 horas con la primera consumición gratis, además de la degustación de tapas, tortillas y pinchos para los vecinos y amigos del bar.
El bar tiene nueva gerencia con Wen Jing Cai Chen de 34 años de edad y su madre Li Hua Chen de 59 años al frente del local. Wen lleva 17 años en Pamplona, su marido es pamplonés de toda la vida (José Ignacio) y tiene tres hijos navarros de quince, diez y ocho años.
"Nosotras somos hosteleras de toda la vida. Tuvimos otro bar aquí al lado. He decido a regresar a este oficio. He nacido en Elche y llevo aquí media vida. Mi madre ha venido a ayudarme unos meses y vivimos en el barrio", asegura Wen.
Destaca del bar "las tortillas variadas de patata con rulo de cabra caramelizada, jamón york y queso, jamón con ali oli. La gran variedad de pinchos, bollería, tostadas, platos combinados y almuerzos caseros los fines de semana. Damos una tapica gratis con cada consumición".
"Abrimos todos los días de la semana. Hay mucha inversión y se necesita recuperar. A las 8 de la mañana está abierto todo el día hasta las 22 horas y el fin de semana estamos hasta las doce de la noche. Muchas horas, pero es necesario. Sale todo muy rico. Somos cocineras de toda la vida", indica Wen.
"Estoy muy contenta en Pamplona. Llevo aquí desde los 16 años. La gente es muy maja. Hay buena comida, buena calidad de vida. Yo hasta ahora trabajaba a media jornada en un bar muy cercano, pero es el momento de dar el paso. Es necesario. Los niños dan muchos gastos", asegura Wen con una sonrisa.
El marido de Wen es el pamplonés José Ignacio Jiménez Berrio de 42 años "de la Rochapea de toda la vida". "Esto ha sido más idea de mi mujer porque ha sido hostelera siempre. Ella ya regentaba un bar. Lo dejó porque tenemos tres niños y ahora que son más mayores vuelve a coger otro bar, que además está al lado del colegio".
Han tenido mucho trabajo para dejar el bar como nuevo en menos de un mes: "Mucha labor. Mucha limpieza, pintura, reforma de baños... El último que trabajó aquí se llamaba Santi. Se le acabó el contrato y se ha ido a otro bar en Ansoáin".
El bar Gastón ha quedado como nuevo: "Muy contentos. Muy bonito. Ha quedado precioso. Está más coqueto, más moderno de color negro con mesas y banquetas con más detalle, y antes era un mobiliario marrón", concluye José Ignacio.
