En la plaza del Concejo se encuentra el Café Peregrino, una cafetería de una familia argentina que llegó a Navarra hace más de 10 años y que ofrece productos con guiño argentino.
Félix Cressatti González es uno de los tres hermanos que ponen su granito de arena en este negocio que siempre ha estado presente en la familia. "Mi madre había tenido una panadería en la Chantrea, después se trasladó a la calle Zapatería donde vendía dulces en una tienda", cuenta Féliz Cressatti.
Como hobbie, a su hermana siempre le había gustado la repostería y a Félix la hostelería."Siempre hemos estado con el tema del comercio. Surgió la idea y somos muy manitas, nos gusta arreglar todo", detalla. Su hermano, por ejemplo, trabaja en una empresa de branding y se encarga de toda la parte de la marca. Así, todos aportan su grano de arena.
Toda la decoración, los muebles y la obra de Café Peregrino están hechas por la familia Cressatti González. La madre de Félix por ejemplo, restaura muebles antiguos que luego aprovecha como mobiliario de la cafetería. Sus padres ahora están en proceso de jubilación, pero todavía siguen aportando al negocio.
Toda la familia de Félix es de Buenos Aires, pero sus hermanos y él se críaron en el sur, en Río Negro, una ciudad pequeña de la Patagonia. "Mis padres vinieron hace 20 años y nosotros estuvimos de un lado a otro estudiando y viajando. Con el tiempo nos hemos reagrupado en Pamplona y como mis padres, nos hemos quedado. Somos navarros por elección", cuenta el propietario. "Mi padre vino aquí porque tenía un primo que ya vivía y él fue el contacto. Le encantó y se quedó enamorado".
La esencia de Café Peregrino es que se ha convertido en un lugar totalmente familiar y acogedor. "Esta cafetería se fue dando naturalmente, poco a poco se ha generado esa sinergia con los clientes. Es un lugar céntrico, turístico y hay rotación de clientes pero es una cafetería de barrio. Es nuestra casa y queremos que todo el mundo se sienta así", detalla.
En Café Peregrino hay tanto productos dulces como salados, todo casero. "Apostamos por intentar hacer todas las cosas nosotros. Aquí nos delata el dulce de leche o el acento. Tenemos unos alfajores típicos de argentina y luego hay otros productos que son mezclas adaptadas", dice Félix Cressatti.
En un negocio familiar siempre puede haber discrepancias, pero esta familia argentina siempre va en equipo. "Somos como una especie de manada. Mi madre desde que abrió la tienda estábamos todos ahí pintando. Funcionamos muy bien como equipo aunque a veces sea difícil separar el trabajo de lo privado. Nos hemos ido complementando", explica.
Félix Cressatti tiene 40 años y estudió economía, se metió en un doctorado y luego en un máster, pero descubrió que la hostelería era lo que le gustaba. Su hermano ha sido padre recientemente y su hermana tiene un niño de 8 años, que también juega y corretea por la cafetería. "En la hostelería son muchas horas, pero me gusta".
Cada día pasan cientos de personas y cada mes miles de clientes, pero la prioridad de esta familia es que todo el mundo también se sienta como en casa en Café Peregrino. "Me encanta el contacto con la gente y hacer que se sientan a gusto. Valoro mucho a cualquier persona que viene porque al final un café se lo puede tomar en otros sitios. También, me gusta que la gente lo usa para desconectar si ha tenido un día malo".
Una cafetería puede ser testigo de muchas historias de amor. "Hay gente que viene que se han conocido por primera vez aquí, que luego viene con los hijos... es magia". Algunos clientes incluso han regalado cuadros o decoración a Café Peregrino.
Pamplona es una ciudad que atrae y enamora, como lo ha hecho con esta familia de argentinos. "Venimos de un lugar donde no hay muchas tradiciones y me llamó mucho la atención San Fermín. Cómo lo vive el abuelo, el hijo y el nieto. Me he pasado los Sanfermines trabajando porque me encanta ver la ilusión de la gente. Durante ese tiempo no hay un cargo social, todos somos lo mismo", confiesa.
Café Peregrino abre todos los días menos los lunes de 9 a 21 horas y ofrece durante todo el día dulces y salados hechos artesanalmente. Cuentan también con otro local justo al lado, que aprovecharon para ampliar la cafetería.
También por la página web se pueden comprar tartas y bizcochos de todos los sabores como de manzana, red velvet o de turrón entre otros.
