El Segundo Ensanche de Pamplona cuenta con decenas de locales de hostelería que se han ganado una reputación a lo largo de los años. La calle Olite es, quizás, una de las más elegidas para disfrutar tomando algo o comiendo por la zona.
En los últimos años, algunos comercios han abierto a la par que otros han cerrado. La última apertura en la calle Olite ha sido el Restaurante Hannami, un buffet japonés que cuenta con más de 150 platos para elegir. También, han abierto otros como La Bankada o el Buenos Ayres Gastrobar.
Hay también otros negocios de hostelería que perduran en el tiempo a pesar de las dificultades diarias. Es el caso de la Pastelería Gayarre o el bar Olite que llevan más de 20 años en el mismo lugar y sin perder su esencia.
No obstante, en los últimos tiempos un puñado de míticos establecimientos han tenido que echar la persiana como el Restaurante Melbourne o La Carbonera. A estos se ha unido el conocido bar La Modelo en la calle Aoiz, que tras el parón del verano no ha vuelto a la actividad y se encuentra cerrado desde hace varias semanas.
La cervecería 'La Modelo' de Pamplona seis años se convirtió en un lugar señalado para los amantes de la cerveza y la buena compañía. Inaugurado en 2017, este establecimiento destacaba por su singularidad y su capacidad para transportar a los clientes a un ambiente único y acogedor.
La cervecería de garaje 'La Modelo' nació de la visión de Rubén Fernández Mutiloa, un pamplonés de 44 años con un profundo amor por su ciudad y una pasión desenfrenada por las cervezas de importación. En 2017, cogió este local que antiguamente era un taller de coches muy concurrido en el que decidió respetar tanto el diseño interior como exterior y fusionó la decoración del taller con la de un bar.
Este característico espacio contaba con 15 grifos de cervezas de importación, además de variedad muy diferentes en botellín: “Últimamente también tenemos más cervezas elaboradas en España y de botella. Creo que lo que nos diferencia es que tenemos mucha variedad”, aseguraba Rubén en una entrevista Navarra.com en agosto de 2020.
La elección del nombre para el nuevo establecimiento fue un homenaje a su pasado y a la apreciación que la comunidad local tenía por el antiguo garaje. 'La Modelo' era el nombre que ya adornaba el rótulo de la entrada, y para mantener el espíritu de lo que una vez fue un lugar querido por la comunidad, decidieron conservar este nombre. Añadieron el apellido 'Cerveza de garaje' para reflejar la transformación del espacio y transmitir la esencia de un lugar donde se exploraría una selección excepcional de cervezas.
Además de las raciones y tostadas de gran tamaño que eran muy solicitadas las cervezas belgas elaboradas por monjes hasta lagers alemanas de renombre mundial, convertían a 'La Modelo' en un paraíso para aquellos que buscaban explorar el mundo de esta bebida.
