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COMERCIO LOCAL

De Galicia a Pamplona: la cuchillería de la calle Estafeta con casi 80 años de historia

En 1943, la 'Cuchillería Gómez' abrió su primer local en la calle Estafeta de Pamplona. Actualmente, la tercera generación de la familia regenta este mítico negocio que se ha expandido internacionalmente.

La Cuchillería Gomez de la Calle Estafeta 15 en Pamplona. MIGUEL OSÉS
La Cuchillería Gomez de la Calle Estafeta 15 en Pamplona. MIGUEL OSÉS

No hay persona de fuera, que venga a Pamplona y no pase por la calle Estafeta. Esta mítica calle de la capital navarra acoge negocios centenarios como la ‘Cuchillería Gómez’, una cuchillería especializada con 78 años de historia.

A principios de los años 40, Valentín Gómez salió de su aldea de Galicia con una piedra de afilar cuchillos para ganarse la vida recorriendo España. En 1942, se afincó en Pamplona, alquiló un local en la calle Estafeta y abrió ‘Cuchillería Gómez’, una tienda que era a la vez taller de afiladores y paragüería.

Poco después, su mujer Basilisa recorrió más de 600 kilómetros desde Orense para instalarse con Valentín en la capital navarra. Vivían en un piso encima del local que habían alquilado, donde actualmente se encuentra la heladería Larramendi.

Años más tarde, su hijo Valentín, que había estudiado Comercio, empezó a trabajar con su padre en la cuchillería y decidió darle una vuelta al concepto, empezó a traer material más especializado de cuchillería internacional y, a pesar de seguir afilando, lo convirtió en un negocio de venta.

En el año 2000, la tercera generación de la familia, Fernando Gómez Martínez, se incorporó al negocio familiar, y 10 años más tarde, lo hizo su hermano Javier. Al principio, Fernando trabajó varios años con su abuelo Valentín, y cuando su padre se jubiló, los dos hermanos le dieron un giro al negocio para convertirlo en una "cuchillería mucho más especializada".

Con el boom de Internet, en 2006 compraron el dominio de cuchilleriagomez.com. “No vendíamos aún por internet, pero fuimos bastante bastante previsores y empezamos a poner publicidad en la página. Ya en 2011 empezamos a funcionar a través de la web a nivel internacional”, explica Fernando.

Sin embargo, los nietos de Valentín y Basilisa no quieren olvidar sus orígenes y por eso siguen manteniendo su punto de venta directa al público en la calle Estafeta, 15, donde trabajan actualmente tres personas.

“Nos hemos ido actualizando con los años. Cuando empezó mi abuelo, la gente pedía arreglos, porque la mayoría no podía permitirse cuchillos nuevos. Pero a día de hoy todo ha cambiado mucho y el producto es muy variado. Si compras un cuchillo de 10 euros, no lo arreglas, compras otro, pero si has comprado un cuchillo de 300 euros, buscas un mantenimiento. La gente valora que sabemos lo que tenemos entre manos”, afirma Fernando.

Además, de vender una gran variedad de artículos entre los que destacan los cuchillos y navajas, en ‘Cuchillería Gómez’ ofrecen un servicio de consultoría a sus clientes.

“Mucha gente viene a comprar cuchillos de oficio, como carnicerías, pescaderías, restaurantes, cocineros... Otros buscan cuchillería de caza y deportiva, que es uno de los sectores más importantes que tenemos, además de los coleccionistas. Hay muchísima gente que colecciona cuchillería y es un gremio para el que no hay muchas posibilidades de compra”, cuenta el pamplonés.

El perfil del cliente de ‘Cuchillería Gómez’ generalmente es variado. “Llevamos casi 80 años en Pamplona y tenemos una amplia cantidad de referencias y de productos. Nos diferenciamos por la confianza y por llevar tantos años trabajando”, afirma.

Fernando recuerda que cuando empezó a trabajar, el cliente prefería que pusiese en el cuchillo ‘Cuchillería Gómez, Pamplona’, porque era lo que le daba una garantía. “Ahora a la gente le gustan más las marcas y prefieren el logo del fabricante”. “Desde hace unos años, a las marcas les interesa estar aquí más que a nosotros tener la marca. Somos reconocidos mundialmente y somos distribuidores oficiales de marcas internacionales, funcionamos con youtubers, y hacemos envíos a todas partes”, alega.

'PREVER, PARA PODER'

La pandemia del coronavirus ha dañado en muchos aspectos a todos los sectores de la sociedad. Sin embargo, el comercio local se ha visto tremendamente afectado, más aún ante las escasas ayudas por parte de los gobiernos. “Este año pasado nos ha servido para darnos cuenta de todo lo que pagamos y de lo poco que nos han ayudado cuando nos ha hecho falta”, denuncian los nietos de Valentín y Basilisa.

“Hay que hacer mucho esfuerzo para que te compre alguien a ti en vez de Amazon y es muy complicado luchar contra eso. Nosotros nos actualizamos, pero nos cuesta mucho trabajo. Javier está constantemente en la web, actualizando, comparando, luchando con los fabricantes... Es complicado mantenerse y nuestra plantilla es reducida y si falta uno, falta el 33 %, que es mucho”, alegan.

‘Saber prever, a fin de poder’. Y es que el refranero español es muy sabio. ”Cuando ha habido vacas gordas, en vez de llevarnos todo a casa, hemos guardado para cuando llegaran las vacas flacas y por eso llevamos aquí 78 años. Funcionamos con un poco más de tranquilidad, con algo de previsión. Lo primero es el negocio”, concluye Fernando.


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