La panadería Gema es la última tienda de ultramarinos que sigue abierta en un barrio de Pamplona. Sus dueños, Miguel y Gema, siguen atendiendo a sus clientes con la amabilidad de siempre, pero son conscientes de los años difíciles que les quedan por delante.
La panadería está situada en la calle Monasterio de Urdax 51 en el barrio pamplonés de San Juan. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local en la capital navarra.
Como es el caso, por ejemplo, de la nueva tienda la plataforma del estudiante, de compra venta de libros de texto, o el nuevo café Barista que ha abierto hace muy poco una joven pareja.
Miguel Martín Peromingo y su esposa Gema dirigen la panadería gema, que en realidad es una tienda de ultramarinos donde se vende pan, prensa, galletas, leche, latas de conservas, caramelos, aceite, vino y todo lo que una persona puede necesitar en un barrio.
El pamplonés Miguel Martín tiene 57 años y lleva quince años trabajando en la panadería, que la llevaba primero su mujer Gema Maeztu y antes de ella sus suegros María Victoria y José Luis. "Esta tienda lleva casi 60 años desde que se hicieron estas casas. Tenemos un poquito de todo", asegura.
Miguel se lo pasa en grande atendiendo a los clientes: "Yo disfruto y esto me gusta mucho. Siempre he estado cara la público desde que era chofer. me gusta el ambiente de la gente. hay veces que se pasa mal, pero yo disfruto. De muchos conozco su vida y milagros. En cuanto oigo el nombre de alguien se me queda", señala.
"Me suelen decir que es la tienda del olvido porque vienen a comprar cuando está todo cerrado. Tenemos desde café a olivas, pepinillos, guindillas, algunas bebidas. Antes hacía fotocopias, pero ahora no funciona el tema. Hay que sacar licencias", indica Miguel.
En cuanto a las ventas "vamos tirando un poquito para adelante. Seguimos. Hay días más parados que otros. En verano está muy parado y ahora llegan los colegios. Yo seguiré mientras pueda, pero tal y como están las cosas no se si llegaré a la jubilación".
Miguel explica que el barrio de San Juan "es una zona de gente mayor y viene a por el pan, la prensa y algo de alimentación. Estudiantes hay poco. De precios intentamos que sean buenos. Tengo clientes muy buenos y las agradezco todas. Conozco a todo el barrio por los nombres y me dicen cómo es posible que me acuerde de todos".
Reconoce que la gente del barrio "nos quiere bastante y eso que otros dicen que tengo mal genio porque he sido antes chofer de camión hasta 2008 cuando lo invertí todo en la tienda. Como esta tienda creo que no hay en el barrio que tenga de todo, salvo los chinos".
El negocio se mantiene pero advierte: "Los supermercados son los que nos están hundiendo a todos. hay zonas que no hay ningún comercio de nada. Los únicos que vienen son los de sanidad a tocar las narices cuando deberían ir a otros sitios", concluye Miguel Martín.
