Daniela Grajales Osorio, una joven emprendedora de 30 años, ha cumplido un sueño. Abrió su obrador en Funes el 23 de marzo y, desde entonces, ha conquistado a los vecinos con su bollería, pasteles, pastas y tartas personalizadas.
Esta joven emprendedora, vecina de Peralta, descubrió su pasión por la repostería hace sólo tres años. Estudió Comercio y Marketing y ha pasado toda su vida trabajando en oficinas, concretamente, en el sector de la logística. "Me apunté a un curso de repostería con mi madre en Zaragoza", rememora. Cada semana, las dos viajaban hasta la capital aragonesa para aprender más sobre este arte culinario.
Y le gustó tanto la experiencia que decidió dejar toda su vida atrás para seguir aprendiendo. "Dejé el trabajo y me fui a Barcelona para seguir formándome", explica. Siguió sus estudios en una de las escuelas de repostería más prestigiosas del país: L’Atelier. Pasó dos años estudiando allí. Mientras, compaginaba los estudios con su trabajo en una de las pastelerías más antiguas de la ciudad condal.
Su idea inicial era seguir en Barcelona. "Quería seguir trabajando en la panadería", reconoce. Pero ya le empezaba a surgir el gusanillo de emprender. Y, entonces, se alinearon los astros y surgió la oportunidad de abrir su propio obrador de Funes, Pastelería Obrador Dey.
Fueron sus padres los que le avisaron de que se alquilaba un local en Funes. "Ellos viven en Peralta y conocen mucho Funes porque es el pueblo vecino", señala. Pastelería Lupe, un comercio local "de toda la vida" bajaba la persiana por la jubilación de su dueña y dejaba huérfanos a los paladares más golosos de Funes.
"No tenía pensado abrir un negocio en una localidad tan pequeña. Me daba miedo porque no sabía cómo iba a poder ajustar los precios. Mi intención, desde un principio, ha sido preparar productos elaborados y con ingredientes de calidad. Eso, encarece los precios y en los pueblos no se admite tanto precio como en las ciudades", indica.
Pero esta emprendedora supo adaptarse. "Era una oportunidad muy buena porque el local estaba totalmente equipado y listo para empezar mi actividad", detalla. De ahí que se decidiese por montar la Pastelería Obrador Dey en Funes. Y dejase, otra vez, toda su vida atrás. Esta vez, la que había desarrollado en los últimos años en Barcelona.
En Funes, Daniela ha abierto un obrador y pastelería que ella misma describe como "moderna". "Preparo bollería delicada y pastelitos individuales con un balance de texturas y sabores. Busco que sean dulces, pero sin llegar a empalagar", describe su negocio.
Croissants, ensaimadas, napolitanas o pastelitos son algunos de los productos que pueden adquirir los clientes en este establecimiento de Funes. "Están gustando mucho las napolitanas. Las hago con chocolate negro y avellana. Los clientes también se están llevando mucho los rolls de canela y los croissants de queso mascarpone y pistacho", concreta cuáles son los productos estrella de la pastelería.
Pero, aunque Daniela ha apostado en su negocio por la repostería moderna, no le da la espalda a la tradición. La Pastelería Lupe, negocio que precedió a su obrador, llevaba más de 60 años surtiendo de dulces a los vecinos de este pueblo de Navarra. Sus pastas de té eran uno de los productos más vendidos y apreciados. En la actualidad, se pueden seguir adquiriendo en el nuevo obrador. "La propietaria de la anterior pastelería me enseñó la receta y las he mantenido porque gustan mucho", agradece.
Además, Daniela también prepara tartas personalizadas para cumpleaños y todo tipo de eventos. "Cuando son tematizadas hay que encargarlas con una semana de antelación y si son más sencillas, por ejemplo las de hojaldre, vale con pedirlas 3 o 4 días antes", recomienda.
Esta emprendedora hace hincapié en que todos sus productos son artesanales. "También apuesto por el producto de cercanía. Por ejemplo, ahora estoy buscando productores de cebollino locales porque también preparo un pan de patata y cebollino que está gustando mucho a los clientes", puntualiza.
Daniela asegura que está "muy contenta e ilusionada con este proyecto". En parte, porque la acogida de los vecinos "ha sido muy buena". En estos primeros dos meses de rodaje (Pastelería Obrador Dey abrió el pasado 23 de marzo), han sido muchos los vecinos de Funes que se han acercado a probar la repostería que prepara la joven. "Están valorando mucho el hecho de que sean productos artesanales, elaborados con materias primas de calidad. Y eso es de agradecer", pone en valor.
Entre los proyectos a futuro de Daniela está el seguir formándose para ofrecer otros productos de calidad y llegar a atender todas las peticiones de sus clientes. "La gente cada vez demanda más productos sin gluten o sin azúcar y me gustaría que llegasen a formar parte de la oferta de mi obrador", matiza. También le gustaría contratar a otra persona que le pudiera echar una mano, así como atraer a clientes de las localidades vecinas.
Pero Daniela tiene otro sueño todavía más ambicioso. "En el futuro, me gustaría abrir otra pastelería en otra localidad", comenta. Eso sí, sin olvidarse del pequeño pueblo de Navarra que le ha apoyado, desde el principio, con su primer negocio. "Mantendría la de Funes, claro que sí", promete.
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