• martes, 06 de mayo de 2025
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COMERCIO LOCAL

La panadería y cafetería de Pamplona que cierra su último local en la capital navarra por sorpresa

El establecimiento permaneció abierto hasta hace escasos días, pero para sorpresa de los vecinos y clientes, ya no ha vuelto a levantar su persiana. 

La panadería y cafetería Granier cierra su último local en Pamplona. I.Z
La panadería y cafetería Granier cierra su último local en Pamplona. I.Z

El Segundo Ensanche de Pamplona ha contado hasta hace pocos días con una panadería y cafetería que aterrizó en la capital navarra en el año 2013. Durante más de una década, el local ha ofrecido a vecinos y transeúntes una amplia variedad de dulces y productos de panadería.

La semana pasada, para sorpresa del vecindario, el establecimiento no abrió sus puertas. Al buscarlo en Google, aparece como “cerrado temporalmente”, pero todo parece indicar que se trata de un cierre definitivo.

El local en cuestión es la panadería y cafetería Granier, situada en la esquina de la Plaza de la Cruz, concretamente en el número 49 de la calle de San Fermín.

Esta cadena de cafeterías nació en Barcelona en 2010, y no tardó en convertirse en una de las más reconocidas del país, llegando a superar los 250 establecimientos en toda España. Su llegada a Pamplona se produjo en 2013 con el local que ahora ha bajado la persiana.

Dos años más tarde, en 2015, abrió su segundo establecimiento en la calle Zapatería, aunque este cerró durante la pandemia. Una década después, con el cierre del local en el Segundo Ensanche, la franquicia desaparece de la capital navarra.

Granier es una de las cadenas de panadería y cafetería más populares de España, conocida por su variada oferta de productos horneados y su modelo de negocio que combina cafetería con venta de pan y bollería. Fundada en 2010, la marca apostó por un concepto accesible y diverso, con un ambiente informal que ha calado en barrios y zonas céntricas de muchas ciudades.

En su establecimiento pamplonés se podían encontrar más de 65 variedades de pan, desde barras clásicas y panes de pueblo hasta especialidades como pan de cereales, espelta o centeno.

La bollería ha ocupado un lugar destacado, con una oferta que incluía croissants, minidots (pequeños donuts de colores), berlinas rellenas, palmeritas de hojaldre, tartas caseras como la de queso o zanahoria, así como opciones saladas como empanadas y bocadillos.

Con el cierre del último local de Granier en Pamplona, la franquicia desaparece de la ciudad tras más de una década, y habiendo contado con dos establecimientos en ella.

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