COMERCIO LOCAL
La pastelería artesana de Pamplona que vende huesos de santo y buñuelos como los hacía el abuelo
Se trata de una pastelería familiar fundada en 1942 que ha pasado por tres generaciones distintas.

Javier Ayesa Armendáriz, de 59 años, y Maite Garciarena Martínez, de 56, son un matrimonio que en julio de 2015 reabrieron en Pamplona una pastelería familiar fundada en Falces en 1942.
Se trata de la pastelería Artesana Ayesa, situada en en la Calle de Irunlarrea, número 25, en Mendebaldea. Es un establecimiento que está muy cerca de otros que hemos conocido en esta sección de comercio local, como la carnicería de Máximo Díez, que se jubiló cantando una jota, o el obrador Kanel, que deleita a Pamplona con su sorprendente gastronomía argentina.
El abuelo de Javier, Lucio Ayesa, abrió la pastelería en Falces en 1942 junto a su mujer, Milagros González. Después Vicente Ayesa, su hijo y padre de Javier, siguió con el negocio junto a María Luisa Armendáriz, su mujer. En el año 2002, se jubilaron y la pastelería Ayesa cerró en Falces.
En el año 2015, Javier y Maite, tras cerrar la empresa en la que ambos trabajaban, se convirtieron en la tercera generación de marido y mujer en llevar la pastelería. Pero, en esta ocasión, en vez de en Falces en la capital navarra.
Y es que, al haberse criado entre pasteleros, Javier Ayesa ha heredado multitud de recetas que todavía hoy continúa elaborando. "Hace la pastelería que aprendió de su padre y de su abuelo", afirma su mujer. "De hecho, todavía conservo libros de repostería que pasaron de mi abuelo a mi padre, y luego a mí, y también máquinas que sigo utilizando", expresa el pastelero.
Los que más valoran los clientes de la pastelería es su sabor tradicional. "Cuando abrimos, vino mucha gente de Falces porque había sido la pastelería del pueblo. Y muchos nos decían que cuando comían nuestros productos les recordaban a los que comían en casa de sus abuelos", asegura Maite Garciarena.
Además, la pastelería Ayesa realiza todos sus productos cada día y de manera completamente artesanal. En ellos, no utilizan ningún tipo de colorante, conservante o aditivo. "Nuestros clientes reconocen el sabor artesano auténtico", expresa la pastelera.
El matrimonio ofrece una variedad de dulces muy amplia que elabora cada día. Sus especialidades son los hojaldres y las tartas de hojaldre, además de las coronillas de crema pastelera y las pastas de té. También ofrecen la posibilidad de personalizar las tartas.
En estas fechas, además, la pastelería elabora huesos de santo rellenos de yema, chocolate o mantequilla. Se trata de un dulce asociado a la festividad de Todos los Santos elaborado principalmente con mazapán, de forma cilíndrica y alargada. Los huesos de santo pueden estar rellenos de diversas cremas, aunque la versión más clásica es la de yema.
La pastelería artesana vende también buñuelos, rellenos de crema, nata y chocolate. Además de diferentes pasteles, bollería y tartas de queso y de limón, elaboradas también de manera artesanal.
La pastelería Artesana Ayesa abre de lunes a viernes de 8 a 14:30 horas, y los fines de semana de 8:30 a 14:30 horas.
La pareja se encarga del trabajo sin ayuda. Y, en ocasiones, se hace duro. "En navidad, sobre todo. Para hacer los roscos cada día, nos metemos al obrador el día 4 de madrugada y hasta el día 6 no salimos de aquí. Apenas tenemos tiempo de echar una siesta corta durante la noche en un cuarto que tenemos aquí. Es la única forma de poder hacerlo al día", expresa Javier Ayesa.
Otra de las dificultades para la pareja es contenerse y no comer de los excelentes dulces que elaboran. "Me pongo doblado de recortes, de lo que sobra. Cuando hago alguna crema, me cuesta mucho no probarla", asegura el pastelero entre risas.
Después de 9 años desde la reapertura de la pastelería Artesana Ayesa, el matrimonio se muestra muy feliz, y también con la zona elegida. "Quisimos abrir aquí porque no había ningún obrador artesano. Y la verdad que desde el principio la acogida fue muy buena. La gente en Mendebaldea es muy amable y nos ha recibido muy bien. Además, saben apreciar nuestros productos", afirma agradecida Maite Garciarena.