La herboristería Lucía sigue abierta en el segundo Ensanche de Pamplona, pese a que su anterior dueña, Juli Vegas, anunció su jubilación para finales del pasado mes de junio. A punto de cerrar, apareció la venezolana Rosaura Hernández para hacerse cargo del negocio.
Es un establecimiento que está en la calle Sancho el Mayor 8. Muy cerca de otros que hemos conocido en esta sección de comercio local en la capital navarra, como es el caso del nuevo concepto de tienda Smart Shop o la sastrería Enzo Bari de Manuel León.
Juli Vegas aseguraba en una entrevista a Navarra.com: "El problema fundamental es que no hay nadie en la familia que siga el negocio. No hay relevo en la familia. No hay. Ya se acabó. Tengo una hija que tiene sus estudios y está a otro tema. Tiene que venir alguien con mucha ilusión y con muchas ganas. Y lo que te decía, que tenemos clientes".
"Es una tienda de hace muchísimos años. Tenemos clientes de toda la vida. La zona de la tienda es de mucho tránsito. Hay mucha gente. Espero que siga porque me daría mucha pena verla cerrada y que pongan otra cosa", indicaba Juli Vegas.
Pocas fechas antes del cierre llegó la solución. La venezolana Rosaura Hernández Valles de 60 años de edad se interesó por el negocio. "Llevo cuatro años en Pamplona. Me enteré por internet y me entusiasmó porque llevaba tiempo buscando algo de comercio y no estaba fácil".
El proceso fue muy normal: "Me interesó. Vine, pregunté. Hablé con Juli y con su hija también. Me asesoré en la Cámara de Comercio y así empezó todo esto el 1 de julio del año pasado. Realmente no se llegó a cerrar la tienda".
"Llevamos ya unos meses y va muy bien. Juli tenía una clientela muy buena y son todos muy majos. Les ha gustado que la herboristería siga funcionando. Juli me ayudó en los inicios porque es la primera vez que estoy al frente de un negocio", indica Rosaura.
"De repente salió esto y como que fue fluyendo. El negocio funciona y vamos diseñando nuevas estrategias para conseguir más clientes y vender nuevos productos. Juli me ha ayudado mucho con los proveedores y sigue siendo de la casa".
Rosaura es médico y en su país trabajaba como docente universitaria. Así explica los motivos de salir de Venezuela: "La situación en Venezuela hace cuatro años estaba complicada. Primero vinieron mis dos hijos porque yo me había jubilado por años de servicio y seguía al cargo de un laboratorio de investigación".
"Allí o estás con el Gobierno o sino eres un poco perseguido. Hubo unos inconvenientes. Me vine por un tiempo y al final me quedé. Primero estuve de voluntaria en Cruz Roja. Más tarde trabajé atendiendo a personas mayores en domicilios, luego a la vez trabajé en una pizzería y ahora en la tienda", asegura Rosaura.
"Soy venezolana de nacimiento, formación y vida, y soy navarra de corazón porque me encanta la gente. La gente en los pueblos es muy buena. Me encanta el Valle de Aranguren. No conozco las Bardenas que es desértica y Navarra tiene lo mismo que Venezuela pero en pequeño".
"Allí tenemos playa, desierto y selva. Se asemeja todo. La gente aquí he sentido que es muy buena. Con las que trabajé en domicilios he tenido muy buena acogida. Mis hijos también están contentos y a empezar otra vez. Tienen trabajo y a seguir adelante", concluye Rosaura Hernández.
