La familia del colombiano Freddy Ayala Zaraza lleva 24 años en Pamplona y con la tienda de arreglos de ropa abierta en Sarriguren están desde el mes de mayo de 2011.
La tienda lleva el nombre de Freddy Ayala y está situada en la calle Bardenas Reales 20 de Sarriguren. Está muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en esta sección de comercio local en la cuenca de Pamplona.
Como es el caso, por ejemplo, de la pescadería Aitona que dirigen Raquel Sampedro y Edurne Vaquero, o de la zapatería calzados Parchís que se traspasa después de doce años.
Freddy Ayala tiene 48 años. Su esposa Jacqueline Rojas tiene 46. Los dos trabajan a tope en la tienda para tener todo dispuesto y no fallar a sus clientes, con la ayuda del padre de Freddy, Marco Aurelio Ayala Pardo de 76 años que es sastre de profesión.
Freddy Ayala aprendió su oficio de sus padres, modista y sastre, en Colombia. A su llegada a Pamplona compaginó la costura con un empleo en una fábrica hasta que se lanzó a abrir la tienda.
"La familia de Jacqueline ya residía aquí y por temas económicos de nuestro país el anhelo es salir de allí para emigrar a otro sitio y superarse. Nos dieron la oportunidad de venir. Jacqueline tenía un contrato en un bar y yo llegué después", indica Freddy Ayala.
"Mi padre vino primero de vacaciones. Le gustó la ciudad y luego le reagrupamos. También está aquí la madre Ana Gertrudis. Vivimos en el mismo Sarriguren y somos más de aquí que de allá, aunque cada vez que podemos vamos de visita a ver al resto de la familia".
Estuvieron en Colombia hace dos años: "Es un país muy grande como para decir si ha mejorado o no. Aquí estamos muy bien. Desde que llegamos hemos estado trabajando y hemos avanzado mucho en nuestras vidas", asegura Freddy Ayala.
"Navarra nos ha acogido casi como hijos adoptivos. Nos ha dado muchos beneficios y nosotros también hemos aportado a la sociedad. Tengo aquí a dos hijas. La mayor, Gabriela, tiene 26 años. La otra tiene 18 años, Daniela, y es nacida en Navarra".
En cuanto a la tienda, Freddy Ayala asegura: "Nos va bien gracias a Dios. La gente responde muy bien a nuestro trabajo. Les gusta mucho y tenemos bastante clientela. Hay mucha afluencia de gente, con su altibajos normales".
Descansan el sábado y el domingo. El resto de la semana no les importa trabajar todas las horas que hagan falta: "Aquí estamos al pie del cañón con arreglos de prendas de vestir. Arreglamos todo lo que tenga que ver con ajustes y daños en la ropa. No nos falta trabajo".
Los clientes están muy contentos de su trabajo: "Nos esmeramos en ello. Tenemos muy buenas calificaciones por su parte. Nosotros vemos que la gente aquí es muy agradable y agradecida con nosotros".
Reparan y adaptan de todo tipo de prendas y accesorios de vestir y del hogar y disponen de un buen servicio de tintorería: "Somos por ahora los únicos en Sarriguren y nos conoce mucha gente. Más que clientes son amigos. Sabemos sus nombres y sus vidas", concluye Freddy Ayala.
