• martes, 23 de abril de 2024
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OSASUNA

El entusiasmo de Osasuna y su afición ante el partido del año y de la década en El Sadar

El Sadar abre este miércoles una eliminatoria histórica entre el C.A. Osasuna y el Athletic Club, dos clásicos que se dan cita por primera vez en unas semifinales de la Copa del Rey.

La grada de El Sadar durante el partido de cuartos de final de la Copa del Rey entre CA Osasuna y Sevilla FC. IÑIGO ALZUGARAY
La grada de El Sadar durante el partido de cuartos de final de la Copa del Rey entre CA Osasuna y Sevilla FC. IÑIGO ALZUGARAY

El Sadar abre este miércoles una eliminatoria histórica, un enfrentamiento de mucha rivalidad entre el C.A. Osasuna y el Athletic Club, dos clásicos, que se da por primera vez en unas semifinales de la Copa del Rey y que se cerrará dentro de un mes, el 4 de abril, en San Mamés.

Aunque 'leones' y 'rojillos' sí se han medido a otras alturas de la competición, tres veces y siempre con clasificación bilbaína para la siguiente ronda, algo que el conjunto navarro está convencido no ocurrirá en esta eliminatoria.

Osasuna recibe al Athletic de Bilbao en una ida de semifinales de una Copa del Rey que se ha convertido en la principal ilusión de un grupo de futbolistas que contarán con el apoyo de su afición en una noche histórica.

El conjunto rojillo vuelve a disputar unas semifinales de Copa 18 años después con la motivación de la última victoria liguera en casa del Sevilla con la que se puso fin a la mala racha de cinco partidos sin obtener los tres puntos.

El camino hasta la cita no ha sido sencillo. Tras eliminar al Fuentes, Arnedo y Nastic, los de Jagoba Arrasate se vieron las caras con el Betis, ante el que pasaron por penaltis en el Benito Villamarín y con el Sevilla en cuartos, tumbando a los hispalenses en la prórroga en un Sadar repleto hasta la bandera.

El entrenador rojillo, Jagoba Arrasate, ha manifestado que están “preparados porque el equipo ya ha jugado partidos de este tipo este año y el estado anímico es bueno después de la última victoria. Queremos jugar la final y para ello hay que hacer méritos, dos grandes partidos”.

Sobre el Athletic, el técnico ha señalado que “el año pasado fueron muy superiores. Este, en Bilbao, fueron superiores en el primer tiempo y en el segundo pudimos sujetarles. En ninguno de los tres hemos podido mostrar nuestro verdadero potencial”, ha analizado sobre los tres últimos enfrentamientos.

Las sensaciones en Pamplona no pueden ser mejores. Osasuna tomó el Sánchez-Pizjuán el domingo con una demostración de resiliencia. El Sevilla empató el choque hasta en dos ocasiones antes de que Abde pusiera el definitivo 2-3 con el que se llegó al final.

El equipo recuperó esa imagen vertical, veloz y sin tapujos que no practicaban desde hace un tiempo. La alegría corrió como la pólvora por toda la parroquia osasunista con tres puntos que pocos esperaban. La maquinaria parece estar a punto para la cita más relevante de los últimos tiempos.

Los jugadores más importantes descansaron para llegar en las mejores condiciones ante los leones. Torró, Chimy Ávila, Abde, Moi Gómez o Budimir fueron suplentes y con casi total seguridad serán titulares.

Un partido que se convierte en el que más ilusión ha generado en Osasuna en más de una década, casi desde que jugó su última semifinal de Copa en 2005. El sorteo emparejó a los rojillos con el Atlético de Madrid, después de eliminar al Sevilla en cuartos a doble partido. El gol de Valdo sirvió para llevarse la primera manga por 1-0 en Pamplona. La vuelta, en el Vicente Calderón, terminó 0-0. Después llegaría el Betis, en una triste final para los intereses navarros.

De la hinchada rojilla, Arrasate ha dicho: "Van a ser titulares otra vez. Tenemos tanta ilusión como ellos y debemos jugar juntos. Estoy convencido de que nos van a ayudar porque con ellos somos mucho más fuertes”.

El Sadar registrará la mejor entrada desde su reforma. Los socios retiraron sus localidades y el club puso unas 700 entradas que se agotaron en poco tiempo. Más de 22.000 espectadores verán la eliminatoria en vivo para jugar un papel importante, apoyando a su equipo cuando el rival apriete.

El Athletic llega a Pamplona tras unos de sus días más aciagos en mucho tiempo, una derrota ante Girona en San Mamés con dos goles en propia puerta y cinco lesionados.

Aparcados los que fueron la primera victoria y los primeros goles de su historia del Girona en 'La Catedral', el conjunto vizcaíno mira al choque de mañana solo pendiente del estado físico de su plantilla.

Así, primero se conoció un esguince de rodilla de Nico Williams, que fue baja, y posteriormente fueron cayendo sobre el césped Unai Simón, que fue relevado al descanso con una lesión en un tendón de Aquiles; Yeray Álvarez, sustituido por una molestias musculares pasada la hora de encuentro; Jon Morcillo, que dejó a su equipo con diez tras fracturarse una clavícula; y Raúl García, que terminó el encuentro como pudo con un esguince en un hombro.

De los cinco parece que los más recuperables para mañana, algo que confirmará o no la convocatoria tras el entrenamiento de esta tarde, son el pequeño de los Williams y Yeray. Es decir, los dos jugadores más destacados de la temporada junto a Unai Simón, quien no iba a jugar porque Ernesto Valverde le da la Copa al joven Julen Agirrezabala.

Incluso también podrían estar disponibles Iñigo Martínez y Ander Herrera, muy mejorados de sus lesiones, una fascitis plantar y un percance muscular, aunque el sábado aún no tenían el alta médica y no pudieron ser citados por Valverde frente al Girona.

Por contra, una de las buenas noticias del Athletic para mañana es el regreso de Dani Vivian, baja por sanción el pasado domingo.


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