Feo gesto el que el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona han tenido con el Arzobispo de Pamplona y Tudela, Francisco Pérez, que este sábado ha presidido la Misa solemne de su despedida, y ninguno de los dos ha hecho acto de presencia.
Es más, la presidenta del Gobierno de Navarra, y por tanto de todos los navarros, incluidos los católicos, María Chivite, ni siquiera ha mandado a ningún miembro del Ejecutivo en representación.
Del mismo modo, el alcalde de Pamplona, Joseba Asirón, tampoco ha tenido la deferencia no ya de asistir, sino de mandar una representación del equipo de Gobierno Municipal; todo un ejemplo de la convivencia que aseguran que quieren promover tras desalojar de la alcaldía a UPN mediante una moción de censura.
Ninguno de los dos ha sabido estar a la altura del cargo que representan, más allá de sus convicciones religiosas, en tanto que son la máxima representación de la Comunidad y de la ciudad, por lo que el mínimo exigible debería ser el del respeto institucional y, si no iban a poder acudir al acto, haber mandado a alguien en su representación; pero ni lo uno, ni lo otro.
No sirve de disculpa que Chivite tuviera que presidir el acto de conmemoración del 200 aniversario de la Policía Nacional en Navarra, dado que dicho evento tenía lugar una hora más tarde que la Misa. Una celebración a la que, por supuesto, tampoco ha acudido Asirón.
Sí ha estado presente en la catedral UPN, con hasta cinco representantes en los primero bancos de la nave central del templo. En representación de los regionalistas han acudido Eradio Ezpeleta, el senador Alberto Catalán, las concejalas María Echávarri y María Caballero, así como la ex alcaldesa y portavoz del grupo municipal, Cristina Ibarrola. Por parte del Partido Popular ha asistido a la Misa su secretaria general, Amelia Salanueva.
Asimismo, han estado presentes como concelebrantes el abad de Leyre, Juan Manuel Apesteguía, el abad del monasterio de la Oliva, Javier Urós, el obispo emérito de Aguarico y administrador apostólico de Napo (Ecuador), Jesús Esteban Sádaba y el obispo electo de Palencia, el navarro Mikel Garciandía Goñi.
También han asistido representantes de la sociedad civil como el presidente del Consejo de Navarra, Alfredo Irujo, el secretario general de la Confederación de Empresarios de Navarra, Carlos Fernández Valdivielso, la rectora de la Universidad de Navarra, María Iraburu, la presidenta de Manos Unidas, Mª Teresa Fortún, la directora de Cáritas Diocesana, Maitte Quintana, el comisario de la Policía Foral, Carlos Yárnoz, el coronel jefe de la Guardia Civil, José Miguel Barbero, el comandante militar de Navarra, Francisco Germán Martínez Lozano, el coronel Delegado de Defensa, Francisco José Briones, o los expresidentes Jaime Ignacio del Burgo y Juan Cruz Alli.
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