El Parlamento de Navarra ha rechazado este viernes las cinco propuestas de resolución presentadas por UPN, entre ellas la que pedía la dimisión de María Chivite por el caso Belate y la convocatoria de elecciones. La votación ha evidenciado un cierre de filas de PSN, EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin, que han impedido cualquier intento de exigir responsabilidades políticas.
UPN ha defendido que, con la información conocida sobre la adjudicación de las obras de duplicación de los túneles de Belate, la presidenta debería haber dado un paso al lado. La petición ha contado únicamente con el apoyo de UPN, PPN y Vox, lo que ha dejado patente la falta de voluntad del Parlamento para abrir una vía de control político más estricta sobre el Ejecutivo.
En su primera resolución, UPN ha reclamado la asunción de responsabilidades políticas ante posibles irregularidades en el ámbito del Gobierno foral. Ha insistido en que el caso Belate, tal y como se conoce hoy, debería implicar la marcha de Chivite y la convocatoria de elecciones. Además, ha pedido proteger a los funcionarios que emitan votos particulares y garantizar el cumplimiento estricto de la ley en materia de contratación y transparencia.
En materia sanitaria, el grupo regionalista ha exigido cumplir los plazos máximos de espera, publicar los tiempos de pruebas complementarias y frenar derivaciones desde Tudela y Estella a otros hospitales. También ha solicitado mantener abiertos los PAC y reabrir el de Olite, pero estas reclamaciones tampoco han prosperado.
En vivienda, UPN ha pedido desbloquear el Plan Sectorial del TAV para levantar 9.000 viviendas, al menos la mitad protegidas, y calendarizar el PSIS de Sarriguren para crear otras 3.000. Ha reclamado además cambios legislativos para agilizar trámites urbanísticos y favorecer la rehabilitación, pero la mayoría parlamentaria ha vuelto a votar en contra.
La cuarta resolución proponía modificar la Ley Foral de Renta Garantizada para evitar que las personas queden atrapadas en el subsidio y facilitar su acceso al empleo mediante compromisos como aprender el idioma, escolarizar a los hijos o aceptar ofertas laborales adecuadas. La iniciativa tampoco ha obtenido respaldo suficiente.
En seguridad ciudadana, UPN ha pedido un plan de choque frente al incremento de la delincuencia, con refuerzos de patrullajes, medidas contra armas blancas y plataformas de alerta ciudadana. Sin embargo, el Parlamento ha rechazado también esta propuesta, pese a la preocupación expresada por parte de la sociedad.
Durante el debate, Javier Esparza ha defendido que su formación ha denunciado todo lo relativo al caso Belate «donde tocaba» y ha acusado a Chivite de querer presentarse como víctima. Ha afirmado que no se pide cambiar el Gobierno, sino «dar la palabra a los navarros» ante una sombra de corrupción que, a su juicio, deslegitima al Ejecutivo.
Desde el PSN, Olga Chueca ha asegurado que «no hay rastro de corrupción» y ha reprochado a Esparza dibujar «una Navarra que no existe». EH Bildu ha pedido no sacar «conclusiones interesadas» y ha defendido que exigir elecciones responde a intereses particulares de UPN. Geroa Bai ha advertido de que ahora es «el tiempo de las preguntas» y que las conclusiones deberán llegar más adelante.
PPN ha señalado que la implicación en presuntas tramas de mordidas afecta a la confianza en las instituciones y necesita mecanismos de adjudicación más garantistas. Vox ha defendido que «Belate es sinónimo de corrupción» y ha acusado al Gobierno de haber contribuido al aumento de delincuencia con su «infantilismo político».
Pese a las críticas de toda la oposición, la mayoría parlamentaria ha vuelto a proteger a Chivite, evitando cualquier gesto de responsabilidad política y enterrando por completo la posibilidad de un adelanto electoral.