Un nuevo golpe industrial sacude a Navarra. El gigante siderúrgico ArcelorMittal ha comunicado su intención de cerrar una de las dos líneas de producción de su planta en Legasa, en el valle de Bertizarana, lo que afectará directamente a 33 trabajadores. La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre la plantilla y los vecinos, que temen que este sea el primer paso hacia un cierre total.
Según ha trascendido, la intención de la empresa es la de cerrar la línea de Procesing, mientras que -en principio- se mantendrá la dedicada a pintura, pero el anuncio ha encendido todas las alarmas. La planta, que llegó a tener más de 100 trabajadores, apenas cuenta ahora con medio centenar.
En este sentido, los trabajadores y representantes sindicales denuncian lo que consideran una estrategia de desmantelamiento progresivo de ArcelorMittaly apuntan que les han comunicado la intenciónd ela multinacional de abrir una mesa de negociación, en la que se estudiarán posibles recolocaciones.
Por ahora, la planta de Legasa no cerrará completamente, pero la pérdida de 33 puestos de trabajo es un golpe durísimo en un valle con apenas un millar de habitantes. Mientras tanto, la fábrica de Lesaka se convertirá en el último bastión de ArcelorMittal en Navarra, una comunidad que ve cómo su tejido industrial se está desangrando silenciosamente.
La plantilla afectada aguarda ahora la negociación con incertidumbre. Muchos temen que este recorte no sea el último. La industria del metal, que en su día sostuvo a cientos de familias en la zona, se tambalea, víctima de decisiones tomadas lejos de la realidad navarra, y no previstas ni frenadas por el gobierno de María Chivite.
