Este jueves ha tenido lugar en en el salón del Nuevo Casino Principal de Pamplona la ceremonia de entrega de la IX edición del premio Cadenas de Navarra, que concede anualmente la Asociación Cultural Doble12.
Este año, Doble12 ha concedido el premio a la Casa de Misericordia de Pamplona. Como recoge el acta de la concesión del premio, leída en el acto de entrega, Doble12 ha premiado a la Meca "en atención a su dilatadísima historia de atención a las necesidades de miles de nuestros convecinos, contribuyendo así a mantener y hacer presente en nuestra sociedad verdaderos valores como la preocupación por los más necesitados, la fraternidad y, en definitiva, la misericordia, concepto que la casa lleva en su nombre desde sus principios".
Por otra parte, Doble12 ha hecho público que "desea también reconocer con este premio la labor de tantas personas que colaboran con la Meca, bien sea desde su trabajo profesional, entregado y competente, o bien dando parte de su tiempo como voluntarios, tanto en tareas asistenciales como en posiciones de dirección y gestión".
Recogió el premio Camino Oslé Guerendiain, en nombre de la Casa de Misericordia, de la que es Vicepresidenta.
El acto estuvo presidido por Jaime Vílchez, presidente de la asociación Doble12, quien realizó en su discurso diversas consideraciones sobre las dos palabras que la Meca lleva en su nombre: “casa” y “misericordia” ya que, dijo, "ambas representan muy bien la imagen que los ciudadanos de Pamplona tenemos de ella".
Refiriéndose a la Misericordia en concreto, alineó con ella la actividad de la Meca, afirmando que "como toda actitud interior, demuestra su verdadera solidez cuando se proyecta hacia fuera, buscando actuar, haciéndose vida, creando cultura. En este caso, procurando el remedio de la necesidad, desgracia o debilidad que ve en el otro" y recogió en su discurso también el párrafo que figura en la web de la Casa de Misericordia como su principio básico fundacional: "atender de forma prioritaria a las personas con más necesidades socioeconómicas nacidas en Pamplona o empadronadas en la capital navarra".
Tras hacer un resumido recorrido por la historia de la institución premiada, Vílchez se refirió también a la otra palabra que figura en su nombre: “casa”; "no nos cabe ninguna duda de que el deseo y la ilusión de quienes sacan adelante este precioso proyecto es precisamente que los beneficiarios de sus servicios, que viven unos momentos tan singulares de su vida, de fragilidad, dependencia o inseguridad, sientan que tienen casa, que tienen hogar".
Finalizó su aplaudido discurso manifestando el agradecimiento hacia todas las personas involucradas en la acción asistencial de la Meca "porque, dando a nuestros mayores un verdadero calor de hogar, prestáis uno de los servicios más bonitos y más entrañables que podemos ofrecernos entre nosotros. Sois un testimonio de verdadera humanidad, que toda la sociedad pamplonesa agradece".
Además de Camino Oslé, por parte del Patronato de la Meca acudieron también Eugenio Salinas, Luis Arraiza, Michel Iturralde y Joaquín Jaurrieta. Estuvieron también presentes en la ceremonia los profesionales María Puy Maestu y Jesús Cía, Directora de Recursos Humanos y Director General, respectivamente.
Tras el discurso del presidente se dio lectura al acta de concesión del premio y se realizó su entrega, tras la cual tomó la palabra la premiada.
En un emotivo discurso, Camino Oslé aprovechó para contar diversas historias, algunas muy desconocidas por el público, sobre la historia de la Meca. Se refirió, por ejemplo, a la fábrica de paños que tenía la Casa desde su creación hasta los años 20 del siglo pasado, como muestra de una de las máximas de esas instituciones: "recoger a los pobres, enseñarles la doctrina cristiana, darles alimento y cobijo, iniciarles en un oficio"; también, al batán que la fábrica necesitó y que se instaló en el Arga, a su paso por Barañain, en una huerta que perteneció a la Compañía de Jesús.
Se refirió también a la labor asistencial con niños, variada en sus distintas épocas. También, a la entrada en la institución de las Hijas de la Caridad en el año 1820, que, según Oslé, "representó un cambio cualitativo y cuantitativo en la atención de los pobres".
Finalizó su discurso refiriéndose a la actualidad de la Casa de Misericordia: residencia de ancianos que "cuenta con un personal profesionalizado, unos 20 perfiles diferentes, vocacional que cuida con calidez y calidad a las personas que viven en la casa".
Acudieron al acto de entrega del premio más de 150 personas, que llenaron el salón del Casino, entre las que se encontraban colegas de trabajo, usuarios del archivo y amigos varios de la premiada, socios de Doble12 y muchas otras personas simpatizantes, que posteriormente lo celebraron con el vino que ofreció Doble12, en una velada por la historia.
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