Desde el barrio de Zaláin, en una esquinita de Bera de Bidasoa, muy cerca de la frontera con Francia, a los rascacielos más importantes del mundo. Savera ha conseguido que sus componentes sean imprescindibles en los ascensores de las torres más altas e importantes del planeta.
Especializada en la fabricación de guías y componentes mecánicos para ascensores, es hoy un referente global en el sector. Sus productos están presentes en la Jeddah Tower (Arabia Saudí), que será el edificio más alto del mundo con más de 1.000 metros de altura, así como en otras construcciones icónicas como las Torres Petronas, la Shanghai Tower, el One Vanderbilt o el 432 Park Avenue en Nueva York. Incluso, sus sistemas se encuentran en monumentos como la Torre Eiffel o el Museo Guggenheim.
Fundada en 1967, la compañía ha pasado de ser una empresa local a trabajar con multinacionales de referencia, entre ellas Kone, Otis, Schindler, Mitsubishi, TKE, Hitachi, Fujitec, Toshiba, Hyundai, Orona y Johnson. Con fábricas en Turquía, Alemania, China e India, su proceso de internacionalización ha sido clave para consolidar su presencia en mercados de todo el mundo. Según explica la compañía, su expansión se basa en la creación de nuevos centros de fabricación y servicio, así como en alianzas estratégicas con empresas ya establecidas en los diferentes continentes.
En la actualidad, Savera emplea a 90 personas en su planta de Bera, donde cuenta con un laboratorio de I+D+i dedicado a la innovación en procesos, productos y servicios. La empresa considera estratégica la integración en la cadena de valor con la laminación de perfiles especiales, una apuesta que garantiza la independencia en el suministro de materia prima, la calidad del producto final y la flexibilidad del proceso de producción.
Además de su liderazgo en la fabricación de guías, la compañía trabaja en la diversificación de componentes mecánicos para adaptarse a las nuevas necesidades del sector. Su estrategia también incluye el establecimiento de redes de distribución internacionales, asegurando así la exportación de sus sistemas a cualquier parte del mundo y ofreciendo un servicio óptimo a sus clientes.
Desde la dirección de la empresa destacan que el capital humano ha sido una pieza clave en su crecimiento, subrayando la importancia de su equipo desde los inicios de la actividad. Con un enfoque centrado en la excelencia y la innovación, Savera sigue posicionándose como un actor fundamental en la industria global de los ascensores, garantizando que los edificios más altos y emblemáticos del mundo cuenten con sus soluciones.
