A una altitud de 525 metros y en el norte con Goizueta, se encuentra la localidad de Ezcurra, en el valle de Basaburua Menor. Un pequeño pueblo rodeado de paisajes y montañas que merece la pena visitar para conocer su historia.
Esta localidad se ubica a 58 kilómetros de Pamplona y limita al este con Erasun y al oeste con Leiza. Entre sus secretos, existen megalitos y restos prehistóricos que demuestran que se ha habitado en esa zona desde hace miles de año. Aun así, no es hasta 1197 cuando se hacen las primeras menciones de Ezcurra.
Durante varios siglos fue la capital del valle Beinza-Labayen, pero en 1846, Ezcurra se convirtió en un pueblo independiente. Su potencia era la ganadería y agricultura. Además, había tres pequeñas fábricas textiles y ferrerías que jugaron un gran protagonismo en el pueblo.
Una referencia que se pueden encontrar en el escudo del municipio de Ezcurra sin duda uno de los más curiosos de toda Navarra, ya que se compone de dos botellas de vino, un pan y un queso con un cuchillo. Hasta 1841 se usaba como escudo la imagen de señores de la villa de azur y un águila explayada de oro.
A partir de esa fecha se cambiaron por las figuras ya existentes. Esto se debe a que tras muchas discusiones, se acordó encomendar el juicio a dos viejos pastores que se aprovisionaron de pan, vino y queso, por si el debate se alargaba. Tras consumirlo, no tardaron en sentenciar el trazado de una línea que uniese los puntos donde habían sido dejadas las botellas.
QUÉ VER EN EZCURRA
La iglesia de la Asunción de Ezcurra es un edificio gótico-renacentista. Tras entrar en la iglesia, se puede ver un lugar que ocupó un cementerio, donde hace 40 años sacaron los cuerpos para llevar al cementerio actual. La iglesia está situada en lo más alto de la localidad.
Ezcurra cuenta también con una casa Palacio que pertenecía por aquel entonces a Martín Sanz de Ezcurra. A finales del siglo XVII pasó a los Beaumont, por el casamiento de doña María de Ezcurra con don Luis de Beaumont. En la relación de 1723 consta como propiedad de los sucesores del marqués de Santacara. En 1745 solicitó rebate de cuarteles don Francisco Ladrón de Cegama y doña María Josefa Santesteban y Ezcurra, su mujer. Según el Libro de Armería, el escudo del señor de este solar era de azur y un águila explayada de oro.
Por los alrededores de Ezcurra se puede visitar una estación megalítica donde se encuentra el menhir de Irunarri y el crónlech de Eskainko Lepoa.
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