El Gobierno de Navarra se ha metido de lleno en la guerra del taxi y ha pedido a las VTC de Bolt que cumplan la normativa estatal que regula su actividad. La directora general de Transporte y Movilidad Sostenible, Berta Miranda, se ha reunido con representantes de los Cuerpos de Seguridad para trasladar ese mensaje.
Este movimiento ha llegado en un contexto de tensión entre el servicio de taxi y las VTC en Navarra. En los últimos tiempos, el sector del taxi ha reclamado que se vigile que no se presten servicios urbanos y que no se utilicen espacios reservados, como las paradas de taxi.
Según ha recordado Miranda, estas VTC de Bolt no pueden prestar servicios urbanos, es decir, desplazamientos entre ubicaciones dentro de la misma localidad. La legislación les permite operar solo en desplazamientos entre municipios, y no dentro de una misma ciudad como Pamplona.
La directora general también ha recalcado que estos vehículos no tienen permitido estacionar en las paradas de taxi. Además, deben llevar un registro de servicios de los trayectos que realizan.
Con ese objetivo, en las próximas semanas se va a incrementar la actividad de inspección. En estos controles van a participar la Policía Municipal de Pamplona y la Policía Foral, dentro del refuerzo anunciado por el Ejecutivo foral.
A día de hoy, se encuentran inmovilizados 7 vehículos vinculados a esta operativa. La sanción por realizar servicios urbanos asciende a 1.001 euros.
El Gobierno de Navarra ha señalado que su papel ante la actividad de Bolt en la Comunidad Foral es garantizar el cumplimiento expreso de la normativa. La intención, según se ha trasladado en la reunión, es que las VTC se ajusten a las reglas para evitar conflictos: ¿dónde termina un servicio interurbano y dónde empieza uno urbano?
