Emplear parches de colágeno celularizados con el fin de reparar la función cardiaca tras un infarto. El navarro Iñigo Pérez Estenaga (Estella, 33 años) ha defendido su tesis doctoral sobre este sistema terapéutico que podría contribuir a mejorar la calidad de vida de aquellos pacientes que han sufrido un infarto de miocardio.
Esta investigación de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra, que se ha desarrollado en el departamento de Medicina Regenerativa del Cima y que cuenta con la colaboración de la Clínica Universidad de Navarra, Viscofan, 3P Biophamaceuticals y el Hospital Gregorio Marañón, se encuentra en fase I de ensayo clínico.
El doctor Pérez Estenaga ha centrado su trabajo en la generación de un parche de colágeno que contribuya a reparar la función cardiaca tras un infarto, y ha observado que “este sistema no produce ningún tipo de rechazo ni reacción toxicológica o tumorogénica en modelo animal murino y porcino, y además mejora significativamente los parámetros de la función cardiaca, disminuidos tras el infarto”.
Por otra parte, y dentro de la misma investigación, se ha realizado un estudio detallado en el laboratorio sobre el efecto que producen estos parches y se ha observado que su acción terapéutica “se debe a una potente acción inmunomoduladora que ejercen las células ADSC sembradas sobre los mismos a nivel local”.
Además, empleando una estrategia novedosa y gracias a la colaboración establecida con la Universidad de Galway (Irlanda), se ha añadido la proteína SDF-1 a las membranas de colágeno permitiendo su liberación en la zona del infarto y generando un efecto terapéutico.
MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA
La principal novedad de este estudio radica en la “combinación de las células con las membranas de colágeno de calidad médica y totalmente biocompatibles”, lo que posibilitaría la aplicación en modelos animales y posteriormente en pacientes.
Otra de las novedades es el empleo de células alogénicas -que provienen de donantes sanos- donde se ha observado que “no existe rechazo inmunológico por parte del organismo huésped, lo que permitirá tener stocks de células almacenadas y optimizadas para su uso inmediato en los pacientes que lo necesiten”.
Para Iñigo Pérez, el futuro de esta investigación debe ir ligado a dos caminos: por un lado, testar a nivel clínico para comprobar la seguridad y eficacia de este tratamiento propuesto; y por otra parte optimizar en el laboratorio el efecto terapéutico de los parches de colágeno funcionalizados con citoquinas como SDF-1 y aplicarlo en modelo porcino. “La posibilidad de mejorar la función cardiaca disminuida tras el evento isquémico pasa por testar estas nuevas terapias celulares, primero in-vitro en el laboratorio, después en modelos animales de experimentación y finalmente en pacientes”.
Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de mortalidad en los países desarrollados y el infarto de miocardio es el que mayor prevalencia presenta. Para este investigador navarro el estudio en nuevos tratamientos en terapia celular podría contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren un infarto.
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