"Mamá, tengo que adelgazar. Necesito ser diferente". A Raquel (nombre ficticio) se le quiebra la voz al otro lado de la línea telefónica. "Es un niño pequeño", repite como un mantra entre sollozos.
Esta madre denunció este sábado en la Policía Nacional un presunto caso de bullying en un colegio de Pamplona. Un día antes, el viernes 10 de febrero, su hijo, de tan solo 10 años, ingresó en la unidad de psiquiatría del Hospital Universitario de Navarra. "Le han diagnosticado anorexia y bulimia", confirma.
En octubre del año pasado, empezó a notar en su hijo comportamientos extraños. Especialmente, relacionados con su relación con la comida. Las preocupaciones de la madre se acrecentaron cuando empezó a ver a su hijo adelgazar y decaer rápidamente en los primeros coletazos de 2023. Así las cosas, el miércoles 8 de febrero acudió al centro de salud con el pequeño para evaluar su estado. El pediatra le emplazó para volver al día siguiente y realizarle más analíticas. Dichas pruebas concluyeron la necesidad de ingresar al niño en la unidad de psiquiatría.
Precisamente, hace unos quince días, esta madre mantuvo una conversación con su hijo en la que le preguntó si hay algo que le haya llevado a este estado. Tal y como recoge la denuncia, la mujer no solo se había percatado de la extrema delgadez del pequeño, sino también de un cambio en su carácter. Concretamente, lo notaba "más introvertido". Además, fue testigo de comportamientos autolíticos tras un episodio en el que ella encontró la comida que le prepara todos los días para la merienda y la cena escondida en su habitación.
Es entonces cuando el niño de 10 años confesó a su madre que estaba siendo acosado por parte de algunos compañeros de clase. "Me dijo que comenzaron el curso pasado, pero este se agravó", cuenta a Navarra.com la madre.
Presuntamente, el acoso lo realiza principalmente un compañero de clase que entró nuevo en el colegio el curso pasado. "Este año, la situación se ha agravado porque, al pasar a 5º de Primaria, los niños se duchan en el gimnasio", explica la madre. Y según el relato del menor a su madre, su acosador utiliza ese lugar, la ducha, para insultarle y vejarle. "Le llama gordo y feo a mi niño", comenta con un matiz de dolor punzante en su voz.
Para más inri, este curso el presunto acosador y su víctima comparten mesa. El pasado 3 de febrero, la madre acudió al centro escolar para poner en conocimiento de los docentes la situación. Tal y como se expone en la denuncia, se entrevistó con la directora del mismo, quien le transmitió que en el colegio desconocían la situación de bullying. El día 6, la madre volvió a ser citada para reunirse nuevamente con la directora. Un encuentro al que esta vez se sumó la tutora y la jefa de estudios. Le trasladaron que se iba a poner en marcha el protocolo de acoso escolar y se iba a hacer un seguimiento de su hijo.
"Pero ese lunes mi hijo seguía sentado muy cerca del compañero que lo acosa", lamenta ella en sus declaraciones a este periódico. Y se muestra molesta con que no se pueda hacer más: "No pueden expulsar a este niño por el protocolo". Asimismo, avanza que podría haber más niños implicados: "Este niño es el principal acosador, el líder. Pero mi hijo me ha nombrado a otros dos que le siguen".
Según consta en la denuncia de la madre, también habría otros niños que podrían estar siendo víctimas de este acoso. De hecho, menciona que otra madre se estaría planteando presentar otra denuncia.
Navarra.com también ha hablado con la otra familia y confirman que su hija recibió insultos por parte del presunto acosador el año pasado. "Le hacía llorar. Yo le preguntaba que por qué no se lo decía a los profesores, pero me decía que le daba vergüenza", lamenta esta segunda madre.
El curso pasado, acudió ha hablar con la profesora y le trasladó su preocupación por la situación de su hija. Pero llegó el verano y este curso ve a su hija mejor. "Le digo que no se acerque al niño que la insulta".
Esta niña se lleva muy bien con el niño ingresado. "Son muy amiguitos", señala la madre, que se solidariza con la situación que vive la otra familia. "Yo he preferido gestionar este tema a través del colegio porque veo que la niña está mejorando", indica. Eso sí, subraya que lo que está pasando el otro niño "es muy grave". Y se muestra contundente: "Si a mi hija le ocurriera algo igual, no tendría duda y denunciaría", sostiene.
Preguntada por qué ocurrirá cuando su hijo se recupere y abandone el centro hospitalario, la madre del niño ingresado se muestra desolada: "Me gustaría que vuelva y siga estudiando en este colegio. Pero, ¿cómo le voy a hacer a mi hjjo ir a clase cuando su acosador sigue ahí?".
