La posible reapertura de la línea ferroviaria Soria-Castejón, que atraviesa los municipios navarros de Castejón, Corella, Cintruénigo y Fitero, ha dado un nuevo paso adelante. Esta conexión ferroviaria es fundamental para una comarca que reúne a cerca de 25.000 habitantes y enfrenta indicadores socioeconómicos preocupantes.
El estudio de viabilidad encargado para evaluar la reapertura ya está en manos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Según la información facilitada a través del portal de Transparencia, el documento ha sido remitido al Consejo Asesor de Transportes y Movilidad Sostenible, encargado de emitir el informe preceptivo antes de avanzar en el proyecto.
En la resolución oficial se detalla que «el estudio de viabilidad se ha enviado al Consejo Asesor de Transportes para que emita informe al respecto, de acuerdo con lo previsto en el artículo 5.3 de la Ley 38/2015 del Sector Ferroviario». Ahora se está a la espera de la respuesta de este organismo.
El estudio, adjudicado en agosto de 2022, ha experimentado un retraso significativo en su presentación, superando los plazos inicialmente previstos.
Sin embargo, la secretaria de Estado de Transporte Terrestre, Marta Serrano Balbuena, confirmó en septiembre que este paso era imprescindible para avanzar en la posible reactivación de la línea. Durante su intervención en el Congreso, Serrano Balbuena señaló que el objetivo es que la Soria-Castejón se convierta en una «nueva conexión», en continuidad con la Soria-Torralba.
Además, el ministro de Transportes, Óscar Puente, subrayó recientemente en el Club de Prensa de Diario de Castilla y León que esta reapertura permitiría conectar Soria y Castejón con las líneas de alta velocidad y avanzar hacia la electrificación del trazado Soria-Torralba.
Según sus palabras, este corredor ferroviario es clave para integrar la provincia y los municipios navarros mencionados en las redes europeas.
Los municipios de Castejón, Corella, Cintruénigo y Fitero se beneficiarían directamente de esta infraestructura, que no solo mejoraría la conectividad, sino que podría ser un revulsivo económico en una región que requiere atención prioritaria. No obstante, todavía quedan dudas importantes por resolver, como el coste total del proyecto y los plazos, ya que las proyecciones actuales apuntan a un horizonte cercano a 2050.
Mientras se espera el informe del Consejo Asesor, las localidades navarras mantienen la esperanza de que este proyecto se materialice y revierta la situación desfavorable que afecta a una de las comarcas más necesitadas de Navarra.
