Se va a construir con vías de ancho ibérico mientras que las vías francesas tienen el ancho internacional lo que impedirá a la alta velocidad francesa (y del resto de Europa) transitar por Navarra.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez se las tendrá que ver con los ayuntamientos de Bildu que gobiernan en la Sakana y que están en contra de la llegada del TAV a Navarra.
Tendrá una longitud de 15 kilómetros y con el fin de mantener la circulación ferroviaria se realizará la reposición de unos 3,5 km en la parte final del tramo.