La avispa velutina, ya presente en Navarra, continúa extendiéndose por toda España y preocupa cada vez más a las autoridades sanitarias y medioambientales.
La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) ha elaborado una guía nacional con medidas para controlar su expansión, entre ellas eliminar nidos primarios, instalar arpas eléctricas, contar con personal especializado y fomentar la colaboración ciudadana.
Según ha explicado Belén Rodríguez, técnica de ANECPLA, “si aplicamos bien esta guía, los beneficios serán claros”. Entre ellos, ha destacado la reducción de las pérdidas apícolas, una mayor protección de la biodiversidad, un ahorro económico en las labores de control y una mejor coordinación nacional.
El protocolo, de vigencia indefinida, se revisará periódicamente para incorporar mejoras y nuevas experiencias. Consta de seis partes centradas en la prevención y detección temprana, claves para evitar que esta especie invasora siga colonizando nuevos territorios.
España gasta 2,5 millones de euros al año en controlar a la avispa asiática, según Rodríguez, una cifra que refleja su impacto en sectores productivos, comunidades locales y ecosistemas. “No es solo un problema ecológico, sino también de salud pública”, ha advertido.
Esta especie exótica invasora, originaria de Asia, ha causado recientemente la muerte de tres personas en Galicia, todas atacadas tras pisar un nido mientras se encontraban en zonas boscosas. “Lo que hemos visto en Galicia con estos tres fallecidos es un peligro latente para todos”, ha subrayado el presidente de ANECPLA, Sergio Monge, que ha alertado de que la avispa velutina es “muy adaptable” y se ha extendido rápidamente desde 2010.
Actualmente, la especie está asentada de forma permanente en Galicia, País Vasco, Asturias, Cantabria, Cataluña, Navarra, La Rioja y Baleares, y se ha detectado de forma esporádica en Castilla y León, Aragón y la Comunidad Valenciana. “Es cuestión de tiempo que llegue a otras zonas de España”, ha advertido Rodríguez, señalando que incluso Madrid podría verse afectada.
Monge ha explicado que existen “malas prácticas” que favorecen su propagación, como las quemas incontroladas de nidos, que suponen un riesgo para la salud y afectan a especies como la abeja melífera. La guía de ANECPLA pretende informar a la ciudadanía sobre cómo actuar ante la presencia de la avispa y cuándo avisar a los organismos competentes para que intervengan equipos profesionales.
El presidente de la asociación ha vinculado el avance de esta especie al cambio climático, que está provocando “primaveras muy tempranas y otoños muy tardíos”. “Estas avispas se sienten cómodas con la tropicalización del norte de España, que favorece su ciclo reproductivo”, ha indicado.
Monge ha recordado que las especies exóticas invasoras son una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo y ha insistido en la necesidad de una gestión coordinada entre administraciones, empresas y ciudadanía para controlarlas o erradicarlas.