Cinco mujeres, una de ellas navarra, que han vencido el cáncer navegarán durante más de 2.500 millas náuticas sin escalas y en velero desde el puerto de Vigo hasta el paralelo 66 Norte, que marca la frontera entre el Atlántico y el Ártico, en un reto que aúna la superación personal y la concienciación ambiental.
Se trata de la séptima edición del Reto Pelayo Vida, una iniciativa que este año llevará a sus protagonistas a una singladura hasta la frontera ártica el próximo septiembre, con temperaturas bajo cero, en una de las zonas más amenazadas por el calentamiento global y la contaminación.
Son la valenciana Ana Fresno, headhunter de 38 años; la malagueña Susana Ruiz, técnica de gestión de la Administración General del Estado de 46 años; las madrileñas Natalia Cano -enfermera de 47 años- y Ana Álvaro -gerente financiera de 49-; y la navarra Lourdes Arana, entrenadora deportiva de 55 años, que coinciden en que este reto "es un regalo" aunque son conscientes de la prueba de resistencia que supondrá.
"Para mí es un regalo, hace 19 años que tuve cáncer y supone un premio por haberlo superado", pero también servirá para visibilizar el cambio climático y hacer ver "lo que está pasando en el polo norte", ha explicado Arana.
Y es que, de mantenerse el actual ritmo de calentamiento global, la mayoría de modelos climáticos matemáticos anticipan que poco antes de 2050, el océano Ártico comenzará a presentar fases completamente libres de hielo en el mes de septiembre, a causa del aumento estival de las temperaturas.
Reto ambiental, pero también de superación y de "esperanza" para poner cara a todas las mujeres que han padecido o padecen cáncer coinciden Arana y Ruiz, quienes nunca habían navegado en alta mar antes de ser seleccionadas para esta aventura que, en sus seis anteriores ediciones llevó a otras 30 mujeres a escalar el Kilimanjaro 2015: Trasatlántica 2016, Polar 2017, Annapurna Bike 2018, Andes 2019 y Vuelta a España 2020.
"Es una forma de cerrar un ciclo", ha explicado Fresno, quien superó un cáncer en 2020: "hace un año justo estaba tumbada en el sofá medio moribunda y ahora mismo estoy preparándome para ir al polo norte", recuerda.
Así, acude todas las semanas a entrenar al pantano de San Juan, en Madrid, junto con Álvaro y Cano, las dos únicas seleccionadas con experiencia previa a bordo de un velero; aunque ambas aseguran que las condiciones en torno a las que se desarrollará la travesía serán "muy exigentes" y no se asemejarán a nada que hayan visto antes.
Para superar esas dificultades, Álvaro centra la atención en la fortaleza mental que hace falta desarrollar, y que describe como una de las claves para vencer al cáncer: "no hay que recrearse en los malos momentos, que va a haber muchos", afirma, sino en aquellos "en los que estás bien".
A esa receta se unen "la constancia, el esfuerzo y la perseverancia" que impulsaron a Cano a sobrevivir al cáncer que le diagnosticaron en 2016 y durante cuyo tratamiento se enteró de la existencia del reto, que le sirvió como motivación "para no hundirse" y ser hoy una de las participantes.
Durante toda la travesía les acompañarán tres navegantes profesionales, además del impulsor del proyecto, Eric Frattini, quien advierte de las condiciones "siempre imprevisibles" que se van a encontrar, y el frío extremo "de entre -20 y -25 ºC bajo cero" que les se prevé deberán afrontar.
Una vez alcancen el paralelo 66 Norte y superen el desafío, las cinco mujeres pondrán rumbo a Reikiavik (Islandia), donde les esperará un avión para regresar a España.
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