SOCIEDAD
Los secretos que puedes descubrir en uno de los bosques más bonitos en Navarra
Además, los restos de una fábrica más moderna se esconden bajo la hiedra en el corazón de este bosque.

El buen tiempo ya está cerca de Navarra y es una buena época para descubrir nuevos lugares de la Comunidad foral.
Quinto Real es una de esas zonas que te dejan sorprendido cuando caminas por sus rutas infinitas. Su inmenso bosque también te harán olvidar la ciudad y es un buen sitio donde descansar la mente.
Este bosque de hayas, ubicado al noroeste de Navarra, es compartido por los valles pirenaicos de Baztán, Erro, Esteribar y Alduides. Sus características lo convierten en una de las áreas boscosas más importantes de Navarra. Atravesado por el río Arga, este paisaje alberga rincones únicos como las ruinas de la Real Fábrica de Armas de Eugi y el hayedo de Odia.
Bajo la dominación del monte Adi, este espacio privilegiado tiene un nombre con historia que se remonta a la Edad Media. En el siglo XIII, "quinta" se refería a la parte que se pagaba a los reyes navarros por el aprovechamiento de pastos y monte.
La riqueza natural de Quinto Real se refleja en su variada flora y fauna. Entre las especies animales destacan las palomas, halcones peregrinos y buitres leonados que dominan los cielos, mientras que ciervos, corzos y jabalíes recorren sus suelos.
En otoño, las palomas de pasa y los ciervos cobran protagonismo. Durante la temporada de pasa, en Echalar se puede disfrutar de la ancestral tradición de la caza con redes.
Quinto Real también se distingue por sus numerosos manantiales de agua fresca y ríos, como el Arga, que abastece a Pamplona a través del embalse de Eugui. Aunque su uso impide actividades recreativas, la vista de Eugi reflejada en las aguas azules del embalse es impresionante.
En el fondo del embalse reposan los restos de la antigua fábrica de armas de Eugi. Además, los restos de una fábrica más moderna y anterior a la de Orbaizeta se esconden bajo la hiedra en el corazón del bosque de Quinto Real.
Esta ferrería, construida en el siglo XVI y cerrada un siglo después al agotarse sus recursos, dio paso a la instalación de la fábrica de Orbaitzeta. En Eugi se producían principalmente proyectiles para cañones y armas menores. Hoy, solo algunos muros y arcos permanecen como testigos mudos de esa época.
También, se pueden encontrar decenas de búnkeres, refugios que se edificaron durante el franquismo a lo largo de la cordillera pirenaica. El objetivo, contener una posible invasión de los aliados tras su victoria en la Guerra Civil.
Según la documentación de la época, en Navarra se llegaron a construir hasta 57 centros de resistencia. Y, a su vez, cada uno de estos estaba formado por hasta diez búnkeres.