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SOCIEDAD

Un error del Gobierno deja sin un piso a un pamplonés: "Tenía comprada la placa del buzón"

No es el único afectado por esta situación y ha interpuesto un recurso de alzada para tratar de revertirla. 

Joseba Ceberio delante de las obras de su casa. PABLO LASAOSA
Joseba Ceberio delante de las obras de su casa. PABLO LASAOSA

Portal 1, 2ºB. Para cualquiera de nosotros, esta dirección no significa nada, pero para Joseba Ceberio y su pareja es el sueño de toda una vida. Un sueño que ahora peligra por lo que él considera "un error de Nasuvinsa y el Gobierno de Navarra". Como él, más de 30 personas se han visto afectadas y podrían no llegar a vivir nunca en la promoción de viviendas de protección oficial en Maristas

La historia de Ceberio comienza hace más de dos años. Fue entonces cuando se inscribió en el censo de Nasuvinsa y comenzó mandar solicitudes en las listas de viviendas del Gobierno de Navarra. Nunca le tocaban. Pero la suerte se cruzó en su camino el verano pasado. O eso pensaba él.

Fue en esa fecha cuando consiguió reunir los puntos necesarios para que le adjudicasen una vivienda protegida. "Y no una cualquiera", subraya durante su conversación con Navarra.com. Puede decirse que le tocó la lotería. La promoción Maristas II recibió más de 1.800 solicitudes para las 77 viviendas de protección oficial y 33 viviendas de precio tasado que se iban a construir. 

El 1 de junio de 2023 publicaron la promoción para que los censados en Nasuvinsa se pudieran inscribir. Debido al número de solicitudes, la lista de adjudicatarios iniciales se retrasó hasta el 5 de julio. "Ahí estaba mi nombre", rememora. 

Las suerte tenía entonces para Ceberio una forma: “Un capotico de San Fermín". Tras la publicación de la lista provisional de adjudicatarios, se abrió un periodo de alegaciones para el resto de solicitantes de las viviendas VPO y VTP. Pero el protagonista de esta historia no lo pensó demasiado y quiso disfrutar del momento porque era algo que "sólo pasa una vez en la vida". 

"Ese verano fue maravilloso", comenta. Y sostiene que vivió esos meses con muchísima ilusión. "Todo mi trabajo iba enfocado al ahorro para pagar mi nuevo hogar", asegura. Hasta entonces, como les ocurre a muchos jóvenes, los elevados precios de la vivienda en Navarra le habían impedido comprar un piso. 

Los días iban pasando. Y llegó el 1 de septiembre, fecha en la que se publicó la lista definitiva. "Seguía estando mi nombre", apunta Ceberio. Para él, este momento fue la confirmación de que "el proceso para conseguir el piso en Maristas seguía adelante". 

En el siguiente mes y medio comenzó la cuenta atrás para obtener la llave de su piso. Como en todo proceso del estilo, Ceberio pagó la reserva de su casa, unos 1.000 euros. Después, fue citado para que, conforme al orden de puntos conseguidos, eligiera su vivienda: portal 1, 2º B de Maristas II. "Hasta compré la placa para el buzón". Un ejemplo más de la ilusión que tenía por inaugurar su hogar. También acudió al banco para que le aprobaran la viabilidad del préstamo. No hubo problema. "Todo iba viento en popa". 

Eso pensaba él. Mientras tanto, el departamento de Vivienda debía mandar un documento que no llegaba. "Desde que elegimos el piso, teníamos 15 días para que la promotora recibiera el visto bueno del banco y de Vivienda. Y, pasado ese periodo, teníamos que pagar los 37.000 euros de la entrada", explica el afectado. La promotora no le llamaba y se empezó a preocupar. "Llamé para preguntar y me dijeron que tenían el del banco, pero no el de Vivienda". 

Aún así, Ceberio decidió esperar una semana "para dar margen". Llamó a Vivienda el 2 de noviembre. "Mi corazón se paró", cuenta. En esa llamada le contaron que le habían rechazado la vivienda de protección oficial. "La chica que me atendió me dijo que le aparecía que me habían mandado una carta certificada el 18 de octubre notificándome esta decisión". Ceberio no lo pensó y se dirigió de forma presencial a Vivienda. Allí le entregaron una copia de la carta, firmó, y le informaron de que tenía 30 días para poner el recurso de alzada. "Como dato curioso, la carta original acabó llegando hacia el 20 de noviembre. No sé si fue problema de Vivienda o de Correos", indica.

El de Ceberio no es el único caso. De hecho, él calcula que hay cerca de 30 personas más a las que les ha ocurrido algo similar. Lo sabe porque, tras conocer que le habían denegado el piso en Maristas, llamó para saber si se lo reservaban mientras se desarrollaba el proceso del recurso de alzada. "Me dijeron que sí. La persona que me atendió se mostró sorprendida por el número de denegaciones que había en esta promoción. Me dijo que éramos unos 30", sostiene. 

No obstante, no conoce al resto de afectados. "Por confidencialidad, no me puede decir los nombres", lamenta. Y explica que su abogado le ha comentado que el recurso de alzada es mejor ponerlo de forma individual. "Pero si llegamos a juicio, me ha indicado que sería mejor que fuera conjunto", señala. Por eso, espera dar con alguno de ellos para poder asociarse si el recurso no se resuelve de forma favorable. Las personas que se encuentran en la mismas situación pueden ponerse en contacto con él escribiendo a este correo electrónico: [email protected]

¿Pero por qué no le han concedido la vivienda que previamente les habían asignado? Ceberio preguntó y obtuvo una respuesta que le dejó anonadado. Tiene su explicación en el sistema de puntos para obtener una vivienda de protección oficial. A los solicitantes les corresponden tres puntos por cada año (hasta un máximo de cinco años) en el que pueden justificar que tienen ahorrados, al menos, 8.000 euros. 

Este afectado explica que, al rellenar la solicitud, el programa informático le permitió clicar en el 2023 (año que todavía no había concluido en ese momento), así como en los anteriores. Vivienda le ha rechazado porque alega que cada año se debe contar a 31 de diciembre.

“Pero entonces, ¿por qué aquel 1 de junio me dieron la opción de clicar en el 2023?”, se cuestiona. Y asegura que, sólo una semana después de ser rechazado por Vivienda, la casilla 2023 desapareció del programa informático para los nuevos solicitantes. "Puede ser un error de lectura de la letra pequeña porque en un documento sí que aparecía reflejado que debía ser a año terminado, pero, aún así, nos dejó marcar el 2023", lamenta. 

Además, a este afectado le llama la atención que la denegación del piso que tenía asignado en Maristas II ha llegado después de que se publicasen las dos listas. "Se han puesto a revisar todo mes y medio después de sacar la lista definitiva", lamenta. 

Joseba Ceberio delante de las obras de su casa. PABLO LASAOSA
Joseba Ceberio ha interpuesto un recurso de alzada para no perder su vivienda protegida en Maristas II. PABLO LASAOSA

Ceberio ha interpuesto un recurso de alzada administrativo. "Es nuestra única opción de conservar el piso", asegura. Si va a juicio, la vivienda será adjudicada a otro solicitante. Espera que se resuelva lo antes posible. "Estamos estancados. Hemos visitado otros pisos y alguno nos encaja, pero no nos podemos lanzar a comprarlos porque no sé qué haríamos si luego nos dan este", relata. 

La noticia de la denegación del piso ha caído como un jarro de agua fría para esta pareja que, en los últimos meses, había construido todos sus planes a futuro en torno a la idea de vivir en Maristas II. "Nos ha afectado mucho psicológicamente", asegura Ceberio. "Después de años mirando pisos en San Juan mucho más caros y para reformar, te dan uno nuevo y por 170.000 en el centro. Imagínate". 

EL TATUAJE

Para él, el hecho de que la lista provisional saliera el 5 de julio fue una señal de la intercesión de San Fermín para que les dieran el piso en Maristas II. Estaba tan agradecido al santo por ese capotico que decidió tatuarse un San Fermín. "Y eso que no me gustan nada los tatuajes", remarca. 

Tenía cita con una tatuadora el mismo día en el que recibió la noticia de que le habían denegado la vivienda de protección oficial. "Llame a Vivienda, en parte, porque pensaba que me iba a tatuar y luego igual había problemas", recuerda. Canceló la cita tres horas antes. Y ahora no sabe si te tatuará el San Fermín en el caso de que finalmente le entreguen las llaves del piso de sus sueños. "Igual me tatúo el logo del Gobierno de Navarra", bromea. 

A modo de último alegato, pide al Gobierno de Navarra que asuma su error. "No pierde nada aceptando nuestro recurso de alzada", insiste. Y prosigue: "Si lo rechaza, dará el piso a otras personas. Y, si luego ganamos el juicio, no sé cómo nos van a compensar por perder un piso nuevo de protección oficial en el centro de Pamplona porque no hay nada parecido", se cuestiona. "Nos van a arrebatar el sueño de vivir en ese 2ºB". 


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