SOCIEDAD
Los trabajadores de las villavesas se rebelan contra sus sindicatos: peligra la huelga de Nochebuena
El 85 por ciento de la plantilla ha firmado ya el acuerdo a pesar de la negativa de cuatro sindicatos a hacerlo.
Los trabajadores de las villavesas parecen no apoyar ya a sus sindicatos. Tras once meses de paros y huelgas, una inmensa mayoría ha decidido firmar el acuerdo con la empresa adjudicataria del servicio: TCC Moventis. Un respaldo tan potente que ha abierto una grieta entre los trabajadores y sus representantes legales. Este apoyo masivo deja en el aire la huelga que a estas horas sigue estando convoicada para mañana 24, día de Nochebuena, jornada que en el centro de Pamplona se vivirán varios actos multitudinarios, como el desfile del Olentzero.
Según los datos recogidos hasta este lunes por la tarde, la plantilla ha presentado 480 firmas de adhesión al pacto, sobre un total de 558 trabajadores. La empresa ha asegurado que el apoyo alcanza ya al 85% del personal y ha apuntado que, al cierre del plazo de adhesión, previsto para hoy, podría sumarse “casi la totalidad” de la plantilla.
El acuerdo, que sí firmó UGT, no ha supuesto todavía la desconvocatoria de los paros. Los sindicatos que se han opuesto a firmarlo —CCOO, ELA, LAB y ATTU— han mantenido la convocatoria, y UGT ha quedado fuera del comité de huelga tras. Aun así, el respaldo masivo de los trabajadores ha puesto presión a los convocantes, que ven cómo pierden fuerza entre los trabajadores.
El texto pactado y que se está sometiendo a refrendo de los trabajadores tiene vigencia hasta 2029 e incluye la subida salarial ligada al IPC, además de mejoras en pluses y complementos, y medidas relacionadas con excedencias, asuntos propios e incapacidades. También incorpora compromisos vinculados a la Mancomunidad sobre descansos y tiempos de expedición en más líneas.
La clave del choque está en la fórmula del acuerdo. Al tratarse de un pacto extraestatutario, no se aplica automáticamente a toda la plantilla: quien quiera quedar cubierto debe firmarlo expresamente. Esa condición ha empujado a muchos trabajadores a adherirse, según reconocen fuentes de sindicatos que no lo han apoyado, por el riesgo de perder “cantidades respetables”.
En ese escenario, la huelga queda bajo el foco por su impacto inmediato, el escaso efecto y el ahstío de la ciudadanía después de casi un año de descontrol en el servicio. El comité se reunirá el viernes para decidir los próximos pasos: desde consolidar el acuerdo con la firma del convenio para que deje de considerarse extraestatutario e incluya aspectos como el calendario, hasta estudiar recursos si consideran que se han vulnerado derechos.