En Navarra se puede comer muy bien en cualquier rincón de la Comunidad foral. No obstante, no hay muchos sitios donde te sirvan comida casera típica en un lugar único. En Villanueva de Aezkoa, un diminuto pueblo de 100 vecinos, es posible gracias al Bar Berrendi, uno de los mejores lugares donde degustar los guisos de siempre.
Esta localidad navarra se encuentra en pleno Valle de Aezkoa, en la ladera de la sierra de Abodi y en las faldas del monte Berrendi. Este pequeño pueblo está rodeado en un enclave que no deja indiferente a nadie.
Más de la mitad de los bosques son hayedos y destaca la Reserva Integral de Tristuibartea, donde se pueden encontrar un sinfín de animales y plantas como ciervos, corzos, jabalís, alimoches, zorros o golondrinas, entre otros.
Villanueva de Aezkoa es el pueblo más antiguo del valle. Sus calles de piedra, sus casas con escudo propio y sus hórreos le dan ese toque especial a esta localidad que se encuentra a 54 kilómetros de Pamplona.
Cuenta con cuatro hórreos y también hay hornos en el pueblo que son el reflejo de la elaboración del pan en los hogares. La Iglesia de San Salvador, es gótica del siglo XIV y la preside un enorme retablo romanista. Además, un crucificado gótico del siglo XIV aparece en el Catálogo Monumental de Navarra.
También a la entrada del pueblo puedes ver la Casa Arrese, con sus arquerías, es la casa más monumental del valle. Construida con piedra de sillería, el resto son de mampostería.
La parada obligatoria en Villanueva de Aezkoa está en el bar Berrendi, un lugar donde comer los guisos de siempre. Entre sus platos puedes pedir carrilleras de cerdo, estofado de jabalí, pochas, ciervo guisado o pimientos rellenos, entre otras cosas. Para terminar, lo que más destacan entre sus reseñas es la tarta de queso.
En definitiva, un lugar donde chuparse los dedos mientras se disfruta de un ambiente típico del norte de Navarra. Además, si quieres disfrutar de una experiencia completa, en Villanueva de Aezkoa se encuentra la Casa rural Aguerre, una casa tradicional con zona de barbacoa y zona de juegos infantil.
El Valle de Aezkoa es un lugar que merece la pena cada rincón. Por ejemplo, se pueden visitar las ruinas de la Fábrica de Armas de Orbaizeta del siglo XVIII o subir al monte Urkulu donde en su cima se levantan las ruinas de una torre romana del siglo I. Incluso, adentrarse en la Selva de Irati merece la pena.
